Ava, amiga íntima de Perico Chicote, fue quien hizo de maestra de ceremonias llevando a Frank a conocer el mítico Museo Chicote y presentando a Frank a su propietario Perico Chicote.
En el local de la Gran Vía las apariencias y el glamour se difuminan para generar noches de libertad y desenfreno donde Frank Sinatra dejó su huella personal con noches locas para el recuerdo, y es que durante décadas fue el bar oficial de las estrellas del Hollywood dorado y de las celebridades.
Frank siempre tomaba su néctar de Dioses con la dosis justa, como la receta que tienen desde 1931 en Museo Chicote y que ejecuta perfectamente el Bartender de la coctelería Nacho Zamora: tres hielos, dos dedos de Jack y un toque de agua. Tan sencillo y tan extraordinario, así que si quieres escuchar a La Voz y beber la copa de dioses de Frank en un ambiente de glamour hollywoodiense, el Museo Chicote es tu lugar.
HISTORIA ¨VIVA¨ DE LA GRAN VÍA
Chicote, fundó este local en 1931 e introdujo el cóctel en España convirtiendo su bar en la mejor embajada del país durante décadas. Desde su inauguración ha llenado muchas páginas de historias y anécdotas. Hoy sigue siendo sinónimo de diversión.
En el local se firmaban contratos de cine, se hacían recepciones, degustaciones…“Ni era, ni es un museo de botellas, sino de personalidades”.(Perico Chicote dixit)