Las cantaoras Pilar Sierra, Anabel Rivera y Samara Montañéz y las guitarras de Javier Ibáñez y Benito Bernal completarán con su arte un ambicioso recorrido por un amplio abanico de estilos. Así, el público podrá disfrutar desde una saeta inicial a los cuplés de despedida, atravesando un amplio desfiladero de malagueñas, fandangos, rondeñas, granaínas, verdiales, bulerías por soleá, polos, nanas, seguiriyas, serranas, tangos, zambras y alegrías.
El espectáculo recorrerá la relación de Guerrero con su madre, sus amantes y sus amigas, en un territorio en el que sentimentalidad y sensualidad dialogan hasta construir un puente entre géneros y sexos.
Acompañarán al artista gaditano las guitarras de Javier Ibáñez y Benito Bernal y las voces de las cantaoras Pilar Sierra, Anabel Rivera y Samara Montañéz darán forma a un ambicioso programa que contará con todo tipo de palos, géneros y estilos.
Eduardo Guerrero, un artista galardonado que lleva el flamenco a todos los rincones del mundo
Eduardo Guerrero (1983, Cádiz), uno de los bailaores más creativos e inquietos del panorama artístico, está realizando importantes giras internacionales por los grandes templos de la danza mundiales: recientemente en Brasil (Río de Janeiro, São Paulo y Brasilia), India (Nueva Delhi, Chandigarh y Bombay) y en Francia (París). Además, ha sido estrella invitada en el prestigioso Teatro Bolshoi de Moscú. Por otro lado, ya se encuentra preparando próximas giras para Latinoamérica e Italia.
Guerrero comenzó a bailar a los seis años en la escuela de Carmen Guerrero de Cádiz con maestros de la talla de Mario Maya, Antonio Canales, Manolo Marín y Chiqui de Jerez, entre otros. Más tarde, estudió Danza Española en el Conservatorio de Danza de Cádiz y, posteriormente, amplió sus conocimientos de Danza Contemporánea con David Greenall y de Clásica con Montserrat Marín. A partir de 2002 empezó a trabajar con artistas y compañías de la talla de Aída Gómez, Eva Yerbabuena, Rocío Molina, el Ballet Español de Murcia –bajo la dirección de Javier Latorre–, la Compañía de Rafael Aguilar, con Amador Rojas, Antonio Canales, David Palomar, etc.
Ha obtenido el “Premio del Público” en 2017 en el Festival de Jerez y el “Desplante” en el Festival de las Minas de La Unión (Murcia) en 2013. 2023 se abrió para Guerrero con un nuevo premio: la Zapatilla de Plata de Indanza (Almería), concedida el pasado mes de enero por su “defensa, difusión y alcance para realzar la danza española y el baile flamenco, tan definitorios del arte almeriense, andaluz y español”.
Sus producciones arrancaron en 2011 con “Suite flamenca”, a la que siguieron “De Dolores”, “Las Minas”, “Re-torno 2014”, “El Callejón de los Pecados”, “Desplante”, “A Solo Piece for a Flamenco Dancer”, “Faro”, “Sombra Efímera”, “Jondo”, “Origen”, “Debajo de los pies” o “Guerrero”, que podrá disfrutarse en los Veranos de la Villa 2023. Con ellas ha conquistado escenarios de la talla del Teatro Real. Guerrero siempre compagina sus giras al frente de su compañía con la creación de nuevos procesos de investigación artística, una manera de trabajar que comenzó con “A Solo Piece for a Flamenco Dancer” en 2016 en Ámsterdam y continuó con la obra “Sombra Efímera”, estrenada en la Bienal de Flamenco de Sevilla en 2018.
Guerrero ha ido transformando el género, recuperando a la vez lo más profundo y radical del baile flamenco. Apasionado de la moda, el bailaor gaditano ha trabajado con diseñadores como Francis Montesinos o Palomo Spain para construir sus espectáculos, como en “Origen”. También le gusta explorar las posibilidades de los textos literarios, como en otro de sus más celebrados espectáculos, “Jondo”, su particular homenaje a Federico García Lorca.