España, que presenta una de las edades de emancipación juvenil más altas de Europa, por encima de los tresinta años (frente a los veinte-veinticinco de los grandes países europeos), necesita construir mucha vivienda nueva para forzar la bajada de los alquileres y de la compra.
Aunque el estudio contempla medidas autonómicas y estatales, pone sobre todo el acento en las políticas municipales. Así, el autor señala la necesidad de adoptar generosas bonificaciones del Impuesto de Bienes Inmuebles (IBI) para los propietarios que alquilen a jóvenes la primera vivienda para emanciparse del hogar parental. El estudio también concluye que urge desregular el alquiler y adoptar medidas contra la ocupación, de manera que aflore al mercado de alquiler el considerable parque de vivienda retenida por temores justificados de los propietarios.
Para combatir el éxodo juvenil al exterior de las ciudades, el estudio propone medidas municipales que faciliten mucho más el estacionamiento de los nuevos residentes jóvenes en los cascos urbanos, incluyendo la gratuidad de las zonas de estacionamiento regulado, de los vados y de las plazas de residente, al menos durante los primeros años tras la emancipación.
El estudio plantea igualmente medidas municipales que eviten el sobrecoste derivado de los coeficientes del Impuesto de Actividades Económicas (IAE), aplicados por los ayuntamientos, cuando los jóvenes decidan establecer una micropyme o una actividad de trabajo autónomo en el mismo inmueble que emplearán como vivienda, por ejemplo en lofts y otros formatos similares.
Pero la principal medida que propone el informe es una reducción considerable del Impuesto de Construcciones y Obras (ICIO). Este tributo es particularmente dañino por su repercusión en el precio de la vivienda, tanto en compra como en su ulterior alquiler. La Fundación para el Avance de la Libertad, que elabora también cada año el Índice de Libertad Económica para las cincuenta mayores ciudades españolas, señala como muy positiva la tendencia de algunas capitales que han decidido en los dos últimos ejercicios aliviar la carga tributaria reduciendo el ICIO desde el máximo nacional del 4% (5% en los territorios forales) a porcentajes inferiores.
Así, por ejemplo, Madrid, Castellón y Murcia han bajado un cuarto de punto, Almería medio punto hasta quedar en el 3,5%, Alicante tres cuartos de punto (del 4% al 3,25%) y otras ciudades han experimentado bajadas más suaves. La capital con el mejor ICIO de España sigue siendo Santa Cruz de Tenerife, al cobrar menos de la mitad del tope estatal, un 1,9%. En los casos de Castellón y Murcia se ha observado ya un aumento considerable de la construcción de vivienda nueva, pasando Murcia de 1109 a 1279 viviendas nuevas entre 2022 y 2023 (más de un 15% de incremento).
El autor del estudio, Santiago Calvo, señala que “lo que necesita el mercado inmobiliario no es más intervencionismo que desincentive, todavía más, la ya escasa oferta, sino más libertad que incentive la construcción de más vivienda”. La Fundación considera que la emancipación de los jóvenes, más allá de sus beneficios económicos, es un objetivo social de la mayor importancia.
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