Cuando están cerca de cumplirse tres años de su arresto y su ingreso en prisión preventiva en Canarias, el supuesto testaferro de Teodoro Obiang en España, Vladimir Kokorev sigue aguardando auto de procesamiento, a pesar de que la Audiencia Provincial de Las Palmas ha admitido que no ve un horizonte penal para el juicio y de que se suceden los sobresaltos en la instrucción detrás de la que hay un supuesto lavado de veinte millones de euros. En el último de esos sobresaltos, la UDYCO canaria acaba de remitir un oficio al juzgado de instrucción nº5 de la capital grancanaria para responder a las acusaciones vertidas por la defensa de Kokorev. Su abogado, José Antonio Choclán, había puesto hace dos meses en la mesa de la jueza Ana Isabel de Vega y el fiscal Luis del Río Montesdeoca un informe pericial elaborado por el prestigioso perito informático, Juan Martos Luque, que revela la manipulación en la recogida de pruebas practicada por la UDYCO.
La demoledora pericial acredita que en dispositivos informáticos, que supuestamente recogerían pruebas contra el presunto hombre de paja del líder de Guinea Ecuatorial, hay “evidencias de manipulación por parte de la Policía (con creación, borrado y modificación de archivos)”. Los letrados habían puesto en conocimiento del juzgado que esos agentes policiales habrían incurrido en “un delito de falsedad en documento y de un delito de infidelidad en la custodia de documentos del artículo 413 del Código Penal”. Asimismo, habían planteado la necesidad de “deducir testimonio de particulares para depurar las responsabilidades penales en las que pudieran haber incurrido los agentes policiales intervinientes”.
En relación a ese material informático (según ahora se acredita, manipulado por miembros de las fuerzas de seguridad antes de su entrega al juzgado), considerado un pilar sobre el que se mantenía la acusación contra el empresario, los agentes niegan haber considerado “de forma categórica” que en concreto un USB repleto de ‘información comprometedora’ fuese de Igor Kokorev, el hijo del presunto amigo de Obiang.
Del conjunto de las operaciones de alteración de soportes informáticos acreditadas por las defensas, la policía reconoce que sí que “documentos fueron rescatados del referido pendrive” pero con el objeto de ser “insertados de nuevo en el pendrive”. Sin profusa argumentación técnica, plantean que a pesar de haber alterado en efecto los metadatos no han profanado la parte procesalmente trascendente de la prueba.
En el escrito de doce páginas, la policía canaria sugiere que no se puede demostrar que hayan alterado el contenido de los ficheros informáticos, pero reconoce implícitamente la mala gestión del medio, aferrándose a la autoridad y el principio de veracidad de todo funcionario (existente en el ámbito administrativo, no en el penal).
El párrafo más significativo, a espera del informe final policial sobre el caso, llega cuando los agentes afirman que “nunca se llevó a cabo el protocolo para el estudio del dispositivo, toda vez que el mismo no había sido obtenido con las garantías de custodia que se exigen para poder usarlo como prueba en un sumario, por lo que dicho pendrive [aportado por el testigo acusador y ex empleado de Kokorev, Ismael Gerli] se usó con la finalidad de obtener una información con la intención de contrastarla y verificarla con la ya obtenida por otras fuentes”.
Cuatro bypass tras dos años y medio de preventiva
Entretanto, Vladimir Kokorev, que jubilado y enfermo había ingresado preventivamente en la cárcel tras padecer una angina de pecho y cuyas dolencias se habían agravado en las últimas semanas, había solicitado permiso a la jueza Ana Isabel de Vega al presentar “varias enfermedades graves, entre ellas algunas que afectan a su sistema vascular y circulatorio”. En su escrito, sus abogados señalaban que “tras su salida de prisión ha podido ser sometido a diferentes pruebas diagnósticas que han permitido diagnosticarle varias enfermedades que aparecieron y/o se agravaron durante su permanencia en prisión”.
Debido a la “presencia de angina de pecho a mínimos esfuerzos” solicitaron incluso un permiso para que la operación se llevase a cabo en Tenerife, hecho que se descartó a última hora por las complicaciones eventuales que podría sufrir su salud al tomar un avión para someterse a una intervención de “revascularización de las arterias coronarias, bajo anestesia general y con carácter invasivo, al habérsele diagnosticado lesión crónica calcificada severa”. La intervención se ha producido, según ha sabido EMF en los últimos días, con la colocación de cuatro bypass, y el investigado ha comenzado una larga y difícil recuperación.
La situación humanitaria de quien viviera durante más de 20 años a caballo entre Madrid y las Canarias ha sido llevada al Parlamento Europeo, donde se ha denunciado el abuso de una prisión preventiva que habría producido “el agravamiento de las lesiones cardiovasculares de Kokorev y la aparición de algunas de ellas”. Así lo hizo un grupo de europarlamentarios que envió el escrito a la Fiscalía General del Estado, quién acumula más de medio año sin manifestarse.