Empresas

El gobierno municipal desincentiva una necesaria inversión comercial y hotelera en Barcelona

INVERSIÓN INMOBILIARIA

La limitación aperturas en la ciudad supone “un problema gravísimo” para el sector, pues cuanto menor sea el número de hoteles, más elevado será el precio de compra

Redacción | Miércoles 17 de agosto de 2022

Desde tiempo atrás, Barcelona y Madrid se han caracterizado por ser ciudades cosmopolitas y con un gran atractivo para socimis (Sociedades Anónimas Cotizadas de Inversión Inmobiliaria), fondos de inversión y family offices. No obstante, en los últimos años nos encontramos en un contexto en el que Madrid facilita la inversión y despunta frente a una Barcelona que tiene que luchar contra las trabas impuestas por el gobierno municipal. Desde la consultora inmobiliaria Laborde Marcet señalan a la moratoria comercial impuesta en las zonas prime como una de las principales “lacras” con las que carga la ciudad: “Esta legislación no hace más que poner trabas a la apertura de supermercados, restaurantes o cualquier otro local relacionado con la alimentación en distritos como l’Eixample”.



Impedimento de nuevas aperturas comerciales

El barrio del Gótico es una de las zonas que han expermientado más cierres en los últimos meses, dando paso a las famosas tiendas de souvenirs. Esta misma tendencia se está consolidando en zonas como el Paseo Juan de Borbón, dónde las moratorias impiden la apertura de nuevos locales pertenciencientes a la hostelería y restauración. “De nada sirve ampliar el horario comercial si no van acomañados de nuevos permisos de apertura, es el pez que se muerde la cola”, explica Laborde.

Además, el retraso en la emisión de los Informes Periciales de Urbanismo (IPU) obliga a posponer la apertura de nuevos negocios, llegando, en algunos casos, a que los inversores adquieran un local sin saber con certeza qué tipo de actividad van a desempeñar.

El impacto de la moratoria hotelera

Tras los estragos causados por la pandemia, parece ser que el turismo está volviendo a recuperar cifras prepandemia. No obstante, la moratoria hotelera de Barcelona desplaza a los inversores a abrir nuevos hoteles en zonas secundarias de la ciudad.

En este sentido, Miquel Laborde lamenta que “la limitación aperturas en el corazón de la ciudad supone un problema gravísimo para el sector, pues cuanto menor sea el número de hoteles, más elevado será el precio de compra y, por ende, mayor será el precio final que deberá pagar el usuario”.