Cualquiera que me lea sabe perfectamente, que una de mis mayores preocupaciones económicas es la deuda. La deuda es una tara para cualquier entorno, familiar, empresarial y gubernamental. Para las familias, entrar en un proceso económico de recesión con deuda puede ser uno de los mayores problemas a los que se puede enfrentar. Cualquier imprevisto que pueda suceder, al estar endeudado no le permite pedir más deuda y el sacrificio frente a imprevistos puede ser muy doloroso, desde tener que vender activos, si se tienen, a tener que reducir drásticamente los gastos familiares.
Para una empresa, que el país entre en recesión y la empresa se encuentre endeudada, es lo mismo que una familia, cualquier imprevisto, retardo en cobros, un impagado, pérdida de algún cliente importante, puede llevar a la empresa a tener que tomar decisiones muy duras e incluso a no poder superar el imprevisto y tener que cerrar la empresa.
Esto, que lo entienden las familias, que estaban recuperándose del palo de la crisis financiera, lo mismo que las empresas, parece que quienes no lo entienden son los gobernantes, que se creen que todo el monte es orégano, que piensan que como dentro de 10 años ellos no estarán en esos puestos y que habrá otros que tengan que arreglar los problemas, se convierten en los personajes más abyectos del espectro de un país.
Encontrar hoy un político que lleve 8 años gobernando no es fácil, porque la mayoría no aguantan la presión de las urnas que son muy duras para los malos políticos, pues los votantes no tienen piedad con los malos gestores y si encuentras a un político que lleve más de 8 años es que su gestión ha sido percibida con honestidad por los votantes que lo han reelegido elección tras elección para que siga gobernando.
Dejar endeudado un ayuntamiento, una comunidad o el estado, debería de ser uno de los temas a tratar de cara al futuro y cualquier gobernante, debería de poner a disposición de la administración correspondiente su patrimonio, para que, en caso de mala gestión, el político pague con sus bienes al igual que lo hacen los empresarios.
La falta de responsabilidad por temas como la deuda, debería de convertirse en el futuro en un tema a incluir entre las responsabilidades de los políticos.
A 31 de diciembre de 2021, los gobernantes del sistema autonómico acumulaban una deuda total de 312.588 millones de euros y han dejado de media una deuda a cada uno de los 44,3 millones de habitantes que había en esa fecha una deuda per cápita de 6.604 euros.
Una unidad familiar de 4 personas en las que solo trabaja uno de los cónyuges debería a los tenedores de la deuda 26.417 euros, que es el salario medio de los trabajadores españoles.
Vamos a ver hoy que comunidades destacan por su mala gestión y que comunidades lo han hecho menos mal.
Si antes de obtener los datos me hubiesen preguntado cuales eran las dos peores y en que orden, esta vez, si, esta vez habría acertado, no tanto en los importes que pensaba que eran menores, pero si en que comunidades se han endeudado más.
Así tenemos como ganador en valor absoluto a Cataluña, que lleva una mochila de 82.372 millones de euros que suponen una mochila de verdad a los catalanes de 10.726 euros por habitante.
Si el cálculo que hicimos anteriormente para la media española, la repetimos para Cataluña, nos encontraríamos con que ese cónyuge trabajador tendría que devolver 42.904 euros, que para devolver esta cantidad en un año este trabajador debería tener un salario de más de 70.000 euros anuales brutos. En Cataluña, la región más rica de España, aunque ocupe la segunda posición en renta per cápita, tiene menos de 1 millón de personas con capacidad para devolver esa cantidad en un año.
La segunda Comunidad con capacidad para tener casi arruinados a sus ciudadanos es la Comunidad Valenciana con una deuda de 53.820 millones de euros de deuda, lo cual significa que cada habitante de esa comunidad debe 10.611 euros.
A Cataluña y a la Comunidad Valenciana, le siguen la Comunidad de Castilla y La Mancha, las Baleares y Murcia las tres con más de 7.000 euros por habitante.
Por la parte de abajo, las tres mejores son las Canarias, con “solo” 2.856 euros per cápita, Asturias, que ya sube a 4.341 euros, y Galicia, con 4.353 euros.
Andalucía es la cuarta por abajo, aunque aquí hay una importante dato que hoy no analizamos que es la deuda con el Fondo de Liquidez Autonómico que ha salvado a Andalucía igual que a Cataluña de una quiebra económica segura, pero ese datos es para otro análisis.
Los madrileños deben 5.083 euros por cabeza, pero tienen una gran suerte no deben ni un solo euro al FLA.
Como hemos podido comprobar entre los 2.856 de una comunidad como las Canarias y los casi 11.000€ de Cataluña y la Comunidad Valenciana, hay una gran diferencia de gestión, de respeto al ciudadano y cuidado de los caudales públicos.
Se necesita un pacto muy claro, profundo y serio para primero, que esto no vaya a más, segundo que se trabaje por reducir estas cifras de forma clara y contundente y tercero que el que no cumpla que lo pague y no solo en las urnas, sino con su patrimonio.
Creo que es tarea de los que detectamos estas auténticas barbaridades, empecemos a explicarlas, luego a denunciarlas y finalmente propongamos ideas para que esto no vuelva a suceder y para que no suceda el político tiene que saber que “el que la hace la paga”.