Economía

Reanudando el camino desde donde lo dejamos

INFORME MONEX EUROPE

Con una caída del 10 % a lo largo de 2022, la libra se sitúa como la tercera moneda del G10 con peor rendimiento frente al dólar

Redacción | Martes 03 de enero de 2023

El euro terminó 2022 cerca de un máximo de seis meses frente al dólar tras una amplia recuperación en el 4.º trimestre a raíz de una mejora de las perspectivas energéticas, un BCE agresivo y datos de actividad económica más halagüeños. Comenzando el año un 11 % por encima del mínimo de varias décadas alcanzado en septiembre, se puede decir que la moneda única ha salido de la UCI y ya está en planta, pero el camino hacia el alta, o sea, los niveles medios históricos, sigue siendo traicionero. La persistente perspectiva para la moneda única es una recesión más profunda y prolongada, impulsada potencialmente por una política monetaria mucho más estricta y nuevas presiones económicas dimanantes del mercado de la energía. Sin embargo, el año ha comenzado con buenas noticias, ya que al área de la moneda única se ha sumado un nuevo país, Croacia, y los precios del gas en la zona del euro cayeron ayer a sus niveles más bajos desde el inicio de la guerra ucraniana.



Sin embargo, esta evolución positiva no se refleja actualmente en los mercados de divisas al contado, ya que domina un tono de huida del riesgo tras una intensificación del conflicto bélico en Ucrania durante el fin de semana. En cuanto a los acontecimientos económicos de esta semana, todo gira en torno a la inflación. Hoy, los datos de inflación alemanes serán el evento económico estrella para el EURUSD. La región más poblada de Alemania, Renania del Norte-Westfalia, registró una caída de la inflación de un punto porcentual completo en diciembre respecto al mes anterior, lo que indica que las cartas apuntan a una mejora adicional de los datos nacionales a las 14:00 CET en relación con las expectativas.

Los flujos de fin de año en mercados normalmente ilíquidos suelen dar lugar a que la mayoría de los pares de divisas al contado negocien a cierta distancia de donde se hallaban durante momentos más líquidos. Sin embargo, debido en gran medida a los ajustes de posicionamiento en el 4T y al período turbulento para la mayoría de los principales pares de divisas en la penúltima semana de trabajo completa del año, a principios de 2023 la mayoría de los pares de divisas están retomando su camino desde donde lo dejaron. Una excepción es el yen japonés, que, tras el inesperado ajuste del Banco de Japón en su programa de control de la curva de tipos de interés el 20 de diciembre, cotiza un 5 % al alza en comparación con hace quince días.

Si bien casi el 4 % de tal movimiento fue inducido ese día por la decisión política del Banco de Japón, el yen experimentó considerables flujos entrantes en fin de año después de pasar la mayor parte de 2022 en el fondo de la clasificación del G10. Comparativamente, dos importantes publicaciones entre la decisión sobre políticas del BdJ y el final del año no lograron provocar una gran reacción del mercado, a pesar de su potencial para arrojar más información sobre la decisión del Banco de alterar su postura política ultralaxa sin ninguna orientación previa. Sin embargo, ni el acta de la reunión ni el resumen de los dictámenes, publicados el 23 y 28 de diciembre, respectivamente, añadieron mucho color. Dada la relativa debilidad del yen y el papel de Japón como acreedor global durante la última década, es nuestra moneda del G10 para vigilar en 2023, ya que se considera que el Banco de Japón va a recortar su flexibilidad, especialmente a partir de abril de 2023, cuando sea reemplazado el gobernador Kuroda.

Tanto el nombramiento de su sucesor como su postura sobre la retirada del estímulo monetario serán decisivos para las carteras globales y pueden erigirse en uno de los principales catalizadores del dólar amplio en los próximos doce meses. Fuera de Japón, el único acontecimiento importante que ocurrió durante el receso del informe matutino fue la publicación de los PMI de diciembre de China. Se publicaron el 31 de diciembre y brindaron un resumen perfecto del desempeño económico de China durante el año pasado: desalentador. El PMI no manufacturero fue el que más corto se quedó frente a las expectativas con 41,6, mientras que el PMI manufacturero se quedó levemente por debajo de lo esperado con 47,0. Esta semana, los participantes del mercado tienen poco tiempo para readaptarse a la oficina, ya que el calendario de datos viene repleto, especialmente en cuanto a Estados Unidos. Aunque hoy serán escasas las publicaciones, el PMI manufacturero del ISM de mañana será objeto de un atento escrutinio, antes de las actas de la reunión de diciembre del FOMC, mientras que los datos laborales del viernes serán decisivos, puesto que el mercado laboral de EE. UU. es la pieza final del rompecabezas que la Fed necesita resolver para empezar a sentirse cómoda.

Con una caída del 10 % a lo largo de 2022, la libra se sitúa como la tercera moneda del G10 con peor rendimiento frente al dólar. Solo superó al yen japonés y a la corona sueca, ambas divisas sujetas a presiones mucho mayores de los tipos de interés. El talón de Aquiles para la libra fue el panorama económico nefasto que se avecinaba. Los acontecimientos de los últimos quince días no han sido en general constructivos al respecto, y se han producido más disturbios y huelgas sociales debido a las presiones sobre el coste de vida y las propuestas de subidas de salarios por debajo de la inflación. Esta mañana, los participantes del mercado en el Reino Unido regresan de un puente, aunque puede que no a la oficina debido a las prolongadas huelgas ferroviarias, a modo de recordatorio de las perspectivas económicas del Reino Unido. Bien visible en la portada del Financial Times figura el resultado de su encuesta anual de economistas, que sugiere que la economía del Reino Unido se enfrentará a una de las peores recesiones y recuperaciones del G7 este año.