El dólar amplio cerró ayer con una caída del 0,35%, medida por el índice DXY, tras la decisión del Banco de Canadá donde anunció una posible pausa en el ciclo de endurecimiento, seguramente a la tasa terminal. Ante esto, la lectura de los mercados fue que la Reserva Federal podría adoptar pronto una postura similar, quizá en la reunión del 22 de marzo, tras la subida de 25 pbs ampliamente descontada para febrero. Y esto ha pesado sobre el dólar. Si bien estamos atendiendo a un enfriamiento de las condiciones de inflación en EE. UU., las mejores previsiones sobre la demanda podrían repercutir pronto en presiones alcistas sobre los precios y mantener la inflación subyacente a un nivel aún elevado para la Fed. Mientras, el desequilibrio entre la oferta y la demanda de mano de obra sigue alimentando un elevado crecimiento de los salarios. Los mercados no tardaron en recordarlo y la valoración del tipo terminal de la Fed comenzó a estabilizarse, aunque unos 10 puntos básicos por debajo de la sesión de ayer.
Las noticias de ayer trajeron algo de tranquilidad para la libra, tras la agitación del martes con la publicación de unos PMIs especialmente débiles, lo que en última instancia se tradujo en una subida de 0.5% con respecto al dólar estadounidense y de 0.25% con respecto al euro al cierre de la sesión. Los mercados aprovecharon esta oportunidad para revisar a la baja el tipo máximo del Banco de Inglaterra, que ha caído en torno a 8 pbs en los últimos días, y para descontar plenamente, por primera vez, un recorte de 25 bps antes de finales de año. De cara a la próxima reunión, las expectativas se mantienen en los 50 pbs ya descontados por el mercado. La atención ahora se centrará en los nuevos datos económicos y de inflación y de cómo el Banco de Inglaterra, en función de estos, orientará sus próximas decisiones este año.
Pese a que el Indicador Global de la Actividad Económica (IGAE) publicado ayer tuvo un descenso intermensual mayor de lo esperado, esto parece no haber pesado sobre el peso mexicano que cerró la sesión de ayer en niveles similares a los de apertura. Esto, junto a los últimos datos de inflación que sorprendieron al alza, ponen de nuevo mayor presión sobre la próxima decisión de tipos de Banxico el próximo 9 de febrero. Hoy la publicación de la tasa de desempleo será clave para conocer la situación del mercado de trabajo mexicano, aunque las expectativas del mercado prevén que el dato de diciembre se mantenga prácticamente invariable respecto al de noviembre.