Entre las medidas que desde Laborde Marcet consideran negativas para la ciudad condal, destacan la construcción de las supermanzanas y las diferentes moratorias hoteleras impuestas durante los últimos años. En el primero de los casos, critican su efecto contraproducente sobre los comercios de barrio. En el segundo ha limitado el número de aperturas de nuevos hoteles porque los grupos no querían desplazarse a zonas de segunda línea.
“Junto a estas cuestiones, debemos mencionar otro tipo de moratorias y regulaciones al comercio en distritos como el Eixample, donde se llegó a prohibir la apertura de supermercados o agencias de viajes, actividades completamente ajenas a la restauración. Sin olvidar el caso del Paseo Juan de Borbón, que, en algunos momentos, ha visto su actividad tan reducida que llegó a convertirse en una vía semivacía hacia la playa”, detalla Miquel Laborde.
En última instancia, desde la consultora inmobiliaria han cuestionado la obligación de reservar el 30% de las nuevas promociones de obra nueva a viviendas de protección oficial, una medida que se tradujo en “una paralización casi total de la promoción inmobiliaria ante unos márgenes imposibles para los promotores” señalan.
Por esta razón, desde Laborde Marcet opinan que el mejor escenario para la ciudad es un cambio de gobierno “Barcelona es una ciudad maravillosa en la que, pese a los condicionantes económicos negativos actuales, existe mucho movimiento a nivel de compraventas y marcas que quieren instalarse aquí; en cuanto llegue un nuevo gobierno saldrá disparada como un cohete. defiende Miquel Laborde.