Análisis y Opinión

Nostradamus en Madrid

ELECCIONES GENERALES 23J

· Cierra la campaña electoral, un poco entre convulsa, brusca y poco elegante, y cada partido político ha ofrecido un perfil diferente: vamos adelante con nuestras conclusiones y pronóstico

Luca Pollipoli | Viernes 21 de julio de 2023
En vísperas de los comicios generales más tórridos que se recuerden, y finalizando una campaña electoral ignominiosa por las nulas propuestas y triviales enfrentamientos dialécticos, nos aventuramos en un ejercicio premonitorio similar al realizado por el mediático boticario francés. El orden de las formaciones es proporcional al número de escaños conseguidos en noviembre de 2019.

  • PSOE

La continuidad de Pedro Sánchez al frente de la secretaría general depende de la cantidad de asientos que mantendrá en las Cortes. Si rebasa el centenar, es muy probable que la espigada silueta del presidente siga liderando en Ferraz con puño de hierro y bíblica resistencia. De lo contrario, la jefatura se expondrá a los juegos de poder de barones insatisfechos, una vieja guardia resentida que capitanea Alfonso Guerra y el anhelo de poder de nuevos outsiders como el secretario madrileño Juan Lobato.

Tanto Ximo Puig, como Fernández Vara o Javier Lambán tendrán asiento en la Cámara Alta como senadores por designación autonómica. Todos ellos han colisionado con el actual mandatario, cuyos deseos de aspirar a un relevante puesto internacional se han esfumado con las dimisiones del holandés Mark Rutte, bestia negra de Sánchez y político que reúne las condiciones idóneas para los cargos a los que indisimuladamente aspira el socialista.

Las espantadas a la cena de gala y rueda de prensa de la cumbre bilateral UE-CELAC, osadía inexcusable siendo el presidente rotatorio del Consejo Europeo, deben leerse en clave nacional. El avión fletado por el PSOE, tuvo la decencia de no utilizar el Falcon, aterrizó en Huesca y San Sebastián para facilitarle unos tardíos baños de masas como arreglo paliativo a la incuestionable derrota mediática contra Núñez Feijóo.

Como indicado, en el PSOE las aguas están más que revueltas. Sánchez ha convertido Ferraz en una sucursal de Moncloa, despojando a la formación de los necesarios contrapoderes. Una victoria aplastante del PP obligará a la búsqueda de un sucesor. De momento no se vislumbra ningún candidato y no se descarta la puesta en marcha de una gestora. El autor considera que la persona más indicada para liderarla sería Nicolás Redondo Terreros, político avezado y con sólidos principios constitucionales.

El analista José Antonio Zarzalejos en sus redactados señala a Ignacio Urquizu, delfín de Lambán cuya candidatura a las generales quedó frustrada por decisión de Sánchez. Pero será importante analizar lo ocurrido en Cataluña. Si el PSC consigue unos resultados históricos, entonces nadie descarte que en Ferraz resuene la potente voz de Freddy Mercury.

  • PP

Todos los sondeos que se aprecian, con la triste excepción del CIS, colocan al ex presidente gallego en la Moncloa. Narciso Michavila, solvente profesional, advierte de que será necesario el respaldo de Vox para desahuciar a Sánchez. Los populares se enfrentan a una peligrosa disyuntiva y tendrán que medir cualquier nombramiento y decisión. Los eventuales festejos en Génova corresponden más a un demérito socialista que al acierto de Feijóo y sus más estrechos colaboradores. Haber salido triunfador del debate no invalida las meteduras de pata y las confusiones argumentativas de la campaña electoral.

El orensano ha transmitido la imagen de político correoso, navegado y escurridizo. Muy alejado de la candidez e impreparación de Pablo Casado. No se administra dieciséis años una Comunidad Autónoma sin los necesarios anticuerpos. Una buena noticia para los votantes y una clara advertencia a Isabel Díaz Ayuso pese a la buena relación de ambos con el fino estratega Miguel Ángel Rodríguez.

El sueño es alcanzar los 160 escaños. Un resultado que les permitiría gobernar en solitario o mediante geometrías variables. La asignación de una importante cartera ministerial a una figura de renombre del empresariado catalán sería una decisión acertada y consolidaría la estrategia de recuperación de los populares en Barcelona. Es impensable algo similar mirando al País Vasco.

  • VOX

Todo dependerá de si la gobernabilidad de España recae sobre la formación conservadora. De momento la ortodoxia de Jorge Buxadé se ha impuesto al posibilismo de Espinosa de los Monteros. El eurodiputado se ha convertido en la persona de máxima confianza de un Abascal más que comedido en el debate a tres con Sánchez y Yolanda Díaz.

El liderazgo del político vasco está fuera de cualquier discusión, y posibilita un armisticio entre los heterogéneos grupos que conforman el partido. Su euroescepticismo y las contradicciones acerca del conflicto en Ucrania le acercan más al PIS polaco o al Fidesz de Orban que a Fratelli d’Italia, formación que podría integrar el grupo popular en Estrasburgo.

Tampoco ayuda la polémica elección de algunos de los presidentes de cortes autonómicas, cuyos exabruptos verbales y virtuales restan y dificultan ensanchar el abanico electoral. Es probable que Vox consiga mantener la tercera plaza el 23 de julio, pero su futuro y existencia dependerá muchísimo de cómo gestiona el resultado. Cualquier desliz potenciará el regreso del bipartidismo.

  • Sumar

El experimento político de Yolanda Díaz está condenado a una muerte anunciada. La decisión de hacer confluir en un único proyecto una docena de formaciones, la mayoría operativas a nivel local y no estatal, condena a la faschionaria, mote acertadísimo, a un funambulismo ilógico y tremendamente arriesgado.

Rodearse de decenas de asesores - uno de ellos pretendía derrotar a ETA utilizando algoritmos - sólo ha alimentado la confusión sobre un espacio político que no tiene ni pies ni cabeza. La campaña electoral ha fracasado por los tonos almibarados y un estéril progresismo que imposibilita encontrar algo de consistencia detrás de las imágenes de la lideresa planchando. Únicamente en el debate televisivo la gallega se ha desprendido de un corsé ineficaz y mal bordado.

El adelanto electoral pilló desprevenido a Sumar. Gracias a los consejos de Errejón, Díaz ha logrado arrinconar momentáneamente a Podemos. Resulta atronador el calculado y engañoso silencio de Irene Montero. No cabe duda de que en Galapagar están maniobrando para ajustar cuentas, una venganza agridulce al puro estilo Iglesias. Yolanda Díaz se ha embarcado en un transatlántico cuyo naufragio es más que previsible. Queda por ver si el iceberg será de color morado o el barco se hundirá por combustión espontánea.

  • ERC

El independentismo catalán llega a la cita electoral profundamente dividido. Las luchas internas y la temida abstención juegan en contra de las dos principales formaciones. ERC difícilmente mantendrá el resultado de 2019 y su principal objetivo es superar en escaños a los íntimos adversarios de JxCat. La formación que lidera Junqueras no logra capitalizar la presidencia de la Generalitat, y en los últimos meses se ha deteriorado la imagen de partido verticalista y compacto.

Aragonés no da la talla como mandatario, y la alianza estratégica con EH Bildu en el Senado sólo favorece a los vascos. Un acuerdo cuyo mínimo común denominador se fundamenta en la xenofobia y el racismo abanderados por sujetos como los hermanos Badía o Heribert Barrera.

  • JxCat

Los posconvergentes encadenan desde un trienio decisiones incomprensibles y desacertadas. La estrategia orquestada en Waterloo les condena a la irrelevancia política e institucional, con graves consecuencias a nivel económico. El resultado de las municipales resultó ser un mero espejismo. La aritmética electoral privó a JxCat de la alcaldía de Barcelona y un absurdo veto impidió retener la Diputación de Barcelona junto al PSC.

No sorprende entonces que los cabezas de listas tengan que sufragar la campaña electoral con miles de euros, o que la dirección prefiriera que Miriam Nogueras, fugaz empresaria del sector textil, capitaneara las listas al Parlamento en detrimento de Jaume Giró, ex alto ejecutivo de la Caixa.

El bloqueo parlamentario, objetivo decantado, es algo quimérico. Si el resultado es inferior al de 2019 no se descartan movimientos internos que haría peligrar el liderazgo de Puigdemont, medroso deus ex machina. A corto plazo lo que más importa es el adelanto a ERC, de tal manera se intentará presionar un adelanto electoral en Cataluña que tampoco tendría sentido ninguno. JxCat adolece de cualquier tipo de estrategia, y no se descartan sorpresas protagonizadas por la recalcitrante Ponsatí y acólitos.

  • PNV

En Sabino Etxea cunde el nerviosismo y la preocupación. El pasado 28 de mayo los jeltzales recibieron un duro correctivo a expensas del dominio territorial que mantuvieron hasta la pasada década. Que la izquierda abertzale haya logrado un mayor número de alcaldía es una manifiesta señal de pérdida de atractivo electoral. La eficaz administración y el virtuosismo gubernamental de los nacionalistas no resulta ser suficiente para atraer el voto joven.

Tampoco ayuda la carencia de recambio generacional en las filas del partido. No se vislumbran líderes que sustituyan a los Ortuzar, Esteban o Urkullu, lehendakari bien valorado y que ha optado por reforzar alianzas con otros presidentes autonómicos de la franja norte de España. Las alianzas con PP y PSOE para evitar que EH Bildu se hiciera con importantes alcaldías y diputaciones no obedecen a un viraje ideológico, sino a sopesadas contingencias.

  • EH Bildu

Todo indica que la formación que preside Arnaldo Otegui será la principal beneficiada de la cita electoral. La infausta decisión de Pedro Sánchez de convertir a EH Bildu en un socio prioritario a nivel gubernamental posibilita el blanqueamiento institucional de Sortu, heredera de Herri Batasuna y voz cantante de la federación estable de partidos, y facilita el tan anhelado sorpasso al PNV.

La izquierda abertzale no ha vuelto a incurrir en los abultados errores que significaron su campaña municipal. La decisión de promover la figura de Óscar Matute, líder de Alternatiba, en detrimento de Mertxe Aizpurua, condenada por apología del terrorismo, no ha sido casual. Luego será la fundadora del diario Gara quién despachará en el Congreso y tomará las riendas del grupo parlamentario. La consolidación de EH Bildu en clave nacional es una pésima noticia, que podría agravarse si Sánchez logra mantenerse en el poder.

  • Ciudadanos

DEP

Como afirmaban los romanos, alea jacta est.