Se observan los siguientes detalles de comunicación en este “Decálogo de expresión”:
1.- Un arranque con nervios. La voz se muestra en tono bajo y poco persuasiva, lo que puede producir un efecto emocional en el auditorio.
2.- En el inicio de la alocución hay una frase atropellada de inseguridad al repetir dos veces “buenos días”, que se quiere paliar a través de la complicidad con el micrófono, que intenta siempre que esté cerca de él.
3.- En general, se observa un tono de voz monótono y plano con poca fuerza. El labio inferior toca el superior en varias ocasiones en señal de incertidumbre.
4.- El movimiento constante del cuerpo, resto fuerza a la voz, por el efecto de “hablar en tránsito”.
5.- El lenguaje paralingüístico (elementos vocales no lingüísticos) -que va más allá de las palabras- nos da pistas de como que hay excesivos silencios entre frase y frase para intentar dar seguridad a sus mensajes. El habla es excesivamente lento y pausado lo que hace caer en la monotonía del discurso. En general el tono de voz que utiliza es grave, con pocas inflexiones de voz y escasos tránsitos a timbre medio y agudo.
6.- Ese tono grave y el ritmo lento y pausado suele estar motivado por el desgaste y cansancio de la persona.
7.- Hay interés porque la frase “No voy a dimitir” cale en el auditorio y en la audiencia, por lo que se acerca tanto el micrófono, que resulta distorsionado el sonido y produce un efecto acústico desagradable para el oído.
8.- Falta de hidratación en la garganta. Boca seca que le impide dar fuerza a las frases por agotamiento de la saliva.
9.- Escasez de aire en los finales de frase, que suele acabar en tono bajo porque se queda sin fuerza en los pulmones para continuar el mensaje con fluidez.
10.- En general se aprecia inseguridad e intranquilidad por la gravedad de la situación”.
(*) Julio García Gómez, experto en expresión, lenguaje y estrategias de comunicación social y política. Docente de habilidades de comunicación, formación de portavoces y entrenador de profesionales de televisión y radio en técnicas de improvisación y repentización, persuasión ante la cámara y el micro, y dominio de la imagen y la voz para comunicar con eficacia. Colaborador en diferentes medios de comunicación escritos y audiovisuales.