Por otro lado, el factor demográfico también explicaría este repunte. “El envejecimiento de la población eleva el número de defunciones, y dado que la mayor parte de la riqueza está depositada en el patrimonio inmobiliario, es lógico que las herencias aumenten”, comenta Marín. Otra clave detrás de estas transmisiones sería la Ley de Vivienda: “Para librarse de la etiqueta de gran tenedor, muchos herederos están desprendiéndose de inmuebles que no les resulta rentable alquilar ni mantener vacíos”, apunta el abogado.
Tirando de ahorro
Acciones cotidianas como hacer la compra en el supermercado o llenar el depósito de combustible del coche cada vez cuesta más. “El día a día es lo que está poniendo contra las cuerdas a muchas familias”, argumenta Marín. “El pago del alquiler, la hipoteca o los suministros han hecho mella en el ahorro, y una vivienda heredada puede colocarnos en una posición financiera más desahogada”, añade.
Según el Banco de España, hasta el pasado mes de julio, los españoles retiraron de los bancos 19.500 millones de euros, lo que supone el 2% del total de los depósitos. Este incremento en la disposición de ahorro obedece a las actuales dificultades económicas y a la búsqueda de otros productos financieros con los que no perder poder adquisitivo. Para Marín, “la puesta en venta de numerosas viviendas heredadas obedece a la misma tendencia de consumo del ahorro familiar”.
Edad y normativa
El abogado señala que la tendencia en esta clase de operaciones irá al alza debido a la pirámide de población. “Actualmente, hay 13 millones de personas con más de 60 años, y teniendo en cuenta que somos un país de propietarios, las herencias seguirán subiendo”, vaticina Marín.
La Ley de Vivienda es otro de los aspectos que podría estar apuntalando esta estadística. “A muchos hijos no les sale a cuenta poner en alquiler la vivienda que les han dejado sus padres porque la nueva normativa no les da seguridad”, expone el letrado.