El aceite de oliva, también denominado “oro líquido”, está sufriendo una de las peores crisis en las últimas décadas. La escasez de lluvias y el aumento de las temperaturas han jugado un papel clave en la bajada de la producción. Según los cálculos de la Unión de Pequeños Agricultores y Ganaderos (UPA), se cosechará entre un 50% y un 60% menos de aceituna. Una menor oferta de cultivos básicos conduce a un aumento de los precios en el mercado y, a su vez, del coste de producción
Esto afecta no solo a los consumidores finales, sino también a las industrias alimentarias que dependen de estos ingredientes básicos para la elaboración de una variedad de productos. Por ello, Expense Reduction Analysts (ERA), consultora especializada en la optimización de costes y la gestión de proveedores, destaca tres formas para mejorar la eficiencia de tu negocio y mantener la cadena de suministro del sector agroalimentario sostenible en el tiempo:
Para mantener una cadena de suministro sostenible en el tiempo, es fundamental mantener una colaboración sólida entre los actores involucrados: agricultores, procesadores, distribuidores y minoristas. La comunicación fluida y la coordinación son esenciales para garantizar que los alimentos lleguen a los consumidores de manera oportuna.
En este sentido, las empresas que operan en sectores que están directamente relacionados con la producción agrícola, como la industria alimentaria y la restauración, enfrentan desafíos por la crisis del aceite. El aumento de los precios de los alimentos puede disminuir la demanda de productos alimenticios y restaurantes, lo que afecta sus ingresos y rentabilidad.
De hecho, este ya duplica su valor respecto al 2022. En julio, el litro ya se vendía un 40% más caro que el año pasado, tal y como recoge el Instituto Nacional de Estadística (INE). En concreto, el precio del AOVE ha experimentado un aumento del 98,8% en un año, aumentando de 3,57 a 7,10 euros por kilogramo, según el informe más reciente del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación.
“El sector agroalimentario es considerado uno de los más complejos en estos momentos y es que estamos siendo testigos de algunos retos emergentes en un periodo corto de tiempo. Factores externos, como el cambio climático o los mercados internacionales también influyen, impactando en la rentabilidad de las organizaciones y dificultando el control de los gastos generales en las empresas” comenta Fernando Vázquez, socio consultor y co-area developer en Expense Reduction Analysts.