Antes de nada es importante señalar que las pruebas de paternidad son un test de ADN de carácter complejo, por lo que es imprescindible que entren en juego laboratorios de alto nivel. El objetivo es determinar el parentesco paternofilial entre dos individuos; siendo generalmente un momento delicado en la vida de las personas que no se debe tomar a la ligera.
Las pruebas se llevan a cabo a través de una muestra de células bucales. Puesto que cada individuo tiene marcadores genéticos concretos que se combinan de manera única (huella genética), es posible comparar el ADN entre dos personas en aras de determinar su parentesco. Ahora bien, rastrear esta huella genética requiere de una tecnología moderna y un equipo de profesionales de primera categoría.
Es posible que ambas huellas coincidan por mera casualidad, por lo que es importante que el laboratorio en cuestión analice en detalle y de forma estadística las probabilidades de parentesco. Hasta que los valores de probabilidad sean elevados, rozando el 100%, no se podrá establecer la relación biológica. Siendo así una prueba muy fiable y segura que conviene tener en mente.
Es muy habitual que los padres que se someten a este tipo de pruebas tengan en mente un sinfín de inquietudes que afectan a su integridad emocional. Sin embargo, nuestro objetivo es que no tengas dudas en el marco científico y, por eso, queremos dar respuesta a algunas de las preguntas más habituales entre quienes se van a someter a este test.
La primera y más importante de todas es la fiabilidad de la prueba de paternidad. Como bien hemos anticipado, se trata de un estudio estadístico basado en las probabilidades. No obstante, los mejores laboratorios trabajan con un mínimo de 24 marcadores; lo cual les permite alcanzar un índice de acierto de nada menos que del 99’99%.
Por otro lado, si te preguntas qué se necesita para someterse a una prueba de estas características, debes saber que todo depende del fin del test. Es decir, no es lo mismo someterse a una prueba informativa que a una de carácter legal. Eso sí, en ambos casos se requiere la muestra de saliva de los individuos y, si se pretende que tenga validez jurídica, ha de tomarse en un centro homologado.
Ahora que ya tienes más claro en qué consisten las pruebas de paternidad a través del ADN, es importante valorar cuáles son sus utilidades. Los conflictos emocionales suelen ponerse sobre la mesa cuando se llevan a cabo este tipo de procedimientos; motivo por el que apelamos, una vez más, a la intervención de laboratorios de renombre que ofrezcan la máxima fiabilidad y muestren cierta cercanía con sus pacientes. De hecho, hay clínicas que brindan acompañamiento jurídico en caso de que se vaya a producir un litigio a causa de los resultados.
En este sentido, las batallas legales como la custodia de los hijos o las herencias resultan las dos razones más frecuentes por las que someterse a las pruebas. También encontramos casos como la reagrupación familiar o el reconocimiento paterno. Todo ello sin dejar de lado aquellas pruebas de índole informativa que pretenden sacar de dudas a quienes tienen inquietudes sobre su relación con el niño.
Sea como sea, estamos ante un recurso de vanguardia en el ámbito científico que conviene tener presente.