Exterior

Oriente Medio y los fantasmas bélicos

ATENTADO EN IRÁN

· En Teherán la Navidad se ha teñido de negro

Luca Pollipoli | Jueves 04 de enero de 2024
El pasado 25 de diciembre miles de personas lideradas por el mismo Ali Jamenei despidieron con todos los honores a Razi Mousavi, comandante de la Guardia Revolucionaria fallecido por un ataque israelí en Damasco. El asesinato reaviva los temores de una eventual ampliación del conflicto, si bien la guerra ya ha alcanzado una dimensión regional. Como indicado, no están siendo festividades pacíficas en Oriente Medio. En la Franja de Gaza los feroces combates han provocado casi 20 mil muertos, según datos de las autoridades locales refutados por Tel Aviv. La quirúrgica operación del Mossad., el servicio de información exterior, podría desencadenar un peligroso efecto mariposa. Mousavi no era un militar cualquiera, sino un alto cargo del IRGC y ejercía de correa de transmisión entre Damasco y Teherán. Desde hace tiempo su nombre figuraba entre los objetivos prioritarios de la inteligencia Israelí.

Las autoridades iraníes responsabilizan del bombardeo al odiado enemigo, que como suele acontecer no se imputa lo ocurrido, y amenazan de graves repercusiones a la administración judía. En el sepelio resonaron gritos de “muerte a Israel y a Estados Unidos”, informa Fuente Latina, una de las principales agencias de comunicación de Tel Aviv monopolística en las relaciones con los medios hispanohablantes.

El modus operandi recuerda inevitablemente la incursión estadounidense en Irak el 3 de enero de 2020 que provocó la muerte del general Qassem Soleimaini, símbolo de los Pasdarán y gran protagonista del expansionismo iraní. También en aquella ocasión, una vez que el líder fuera bombardeado en el aeropuerto de Bagdad junto a otros militares locales, la teocracia islámica había amenazado a la administración Trump de “graves represalias”, pero Irán se limitó a desplegar milicias contra bases americanas en el norte de Irak.

Teherán asegura que la afrenta “no quedará impune”, como ha recordado el embajador Amir Saeed Iravani ante la ONU. Afirmó que “Teherán dispone de la facultad, amparada en la misma carta de Naciones Unidas, de responder contundentemente en el momento apropiado”. El diplomático acusó sin ambages al Gobierno de Netanyahu de librar en Siria una “guerra fantasma” y atacar periódicamente a valiosos objetivos que fortalecen los vínculos entre Irán y el régimen de Bashar al-Asad.

Ulterior elemento desestabilizante son las continuas embestidas contra tropas americanas desplegadas en Oriente Medio. Las mismas, con el beneplácito de Washington, están respondiendo con todo su arsenal a grupos y organizaciones terroristas financiadas por Irán y que actúan en Siria e Irak. Asimismo, los atentados perpetrados por los milicianos hutíes corren el riesgo de menoscabar ulteriormente los delicados equilibrios internos de Yemen y deteriorar de la seguridad en el Mar Rojo, con los efectos geopolíticos consecuentes. Se han notificado ataques con drones y redadas contra buque mercantes que han puesto en alerta máxima a las fuerzas navales estadounidenses.

Todos estos factores son piezas de un endemoniado mosaico que, según el experto Rafael Anibal, suscita “la enorme preocupación de que la guerra de Israel en Gaza pueda transformarse en una conflagración regional con graves consecuencias diplomáticas y económicas”. Se desconoce y resulta difícil vaticinar si Irán decidirá actuar y cómo. Cabe precisar que la muerte de Mousavi tiene lugar en un momento de incertidumbre y en el punto más álgido de las crecientes tensiones en Oriente Medio. Acuérdese de los mencionados tiroteos entre milicias financiadas por Tel Aviv y tropas estadounidenses. La prensa americana coincide en señalar que los militares desplegados “se encuentran en una situación de alarmante peligro”. El mismo Pentágono reconoció martes 26 de diciembre que un escuadrón atacó integrantes de Kataeb Hezbolá, grupo paramilitar chiita iraquí respaldado por Teherán, como respuesta a las incursiones sufridas por las tropas americanas en Irak y Siria. Los ataques comenzaron con la avanzada del ejército israelí en Gaza y se han multiplicado con el paso del tiempo.

Los mencionados hutíes, varias organizaciones armadas y por supuesto el denominado “Partido de Dios” conforman una telaraña financiadas por los ayatolás comúnmente reconocida como “Eje de la Resistencia”. A los citados países donde operan cabe añadir el Líbano, siendo imposible su marginación. La noche del 25 de diciembre tres personas fallecieron por los ataques de las tropas israelíes en la localidad de Bint Jbeil, un bastión chiita destruido en la guerra de 2006.

Pese a la ardiente propaganda y las soflamas de las máximas autoridades religiosas, la República islámica en ningún momento ha lanzado señales de querer alimentar una expansión bélica a nivel regional. Continua negando cualquier tipo de participación directa en los atentados del 7 de octubre y la liberación del español Santiago Sánchez, detenido en octubre de 2022 cuando rendía homenaje a la joven Mahsa Amini, es una importante señal de distensión diplomática.

Algo similar acontece con Hezbolá, que hasta la fecha se ha limitado a intercambiar disparos contra las avanzadillas del ejército israelí. Los analistas no esperaban que los hutíes quisieran involucrarse tan directamente al ser los más impredecibles de todos los actores regionales vinculados con Teherán. Su ofensiva está haciendo peligrar uno de los nodos más estratégicos del comercio global.

La muerte de Mousavi sin lugar a duda provocará alguna reacción por parte de Irán. El portavoz de la Guardia Revolucionaria, Ramadan Sharif vinculó la matanza en el sur de Israel con el asesinato del mismo Soleimani. Es probable que todo finalizará con una represalia simbólica y limitada. Todo depende de la intensidad de la misma.

Pero lo que más inquieta es que la guerra está contribuyendo al resurgir del islamismo radical en varios países europeos. No debemos olvidar que Hamás es la rama militar de un movimiento basado en el fundamentalismo religioso de los Hermanos Musulmanes y tiene como objetivo prioritario la destrucción sionista. Su mal denominada resistencia ha alimentado partidos islamistas y organizaciones terroristas. Es muy pronto para vaticinios o pronósticos futuros, mucho dependerá de cuándo y cómo se alcance una tregua o un estable acuerdo de paz. Los trágicos acontecimientos de las últimas semanas no auguran nada bueno sobre la posibilidad de que finalicen las operaciones bélicas.