En un entorno donde la diferenciación y la adaptación a las necesidades individuales son cruciales, se evidencia una significativa resistencia a compartir datos bancarios, con 3 de cada 4 personas reticentes a hacerlo, incluso a otras entidades bancarias. Este panorama destaca la urgencia de abordar las inquietudes sobre la privacidad para impulsar estrategias que restablezcan la confianza del cliente en este entorno digitalizado y altamente competitivo.
En este contexto desafiante, el informe señala que los clientes muestran mayor disposición a compartir datos bancarios cuando las entidades les ofrecen productos personalizados, de esta forma pueden ofrecer mejores servicios adaptados para cada cliente y construir una relación de mayor confianza entre ellos. A pesar de la disminución en la disposición general de compartir datos entre los españoles, la percepción de utilidad de PSD2 ha crecido desde 2017, habiendo una oportunidad de revertir la tendencia. La posibilidad de que todas las entidades tengan acceso completo para ofrecer productos adaptados abre una nueva vía para mejorar las condiciones de los usuarios y detectar nuevos fraudes.
La personalización como pilar en las estrategias de los bancos
En este sector, los bancos disponen de información muy valiosa de los clientes que utilizarán para destacar frente a otros. De hecho, según el informe de banca de The Cocktail, la percepción sobre la cantidad de datos personales que disponen los bancos ha aumentado un 29% en los últimos años. Los clientes están volviéndose más conscientes de la vasta cantidad de datos personales que las empresas manejan, mostrando una creciente resistencia a compartir esta información de manera gratuita. Sin embargo, están dispuestos a considerar la opción si se les ofrece un beneficio tangible, ya sea en forma de servicios útiles o compensación. La percepción de valor agregado se convierte en un factor clave para superar la reticencia a la compartición de datos.
La banca personalizada no se trata simplemente de adaptarse a las preferencias individuales de los clientes, sino también de anticipar sus necesidades financieras. Las compañías que pueden proporcionar ofertas, recomendaciones y servicios adaptados a la situación única de cada cliente están mejor posicionadas para construir relaciones sólidas y a largo plazo, en un sector donde la confianza y la satisfacción son fundamentales.
La optimización financiera que genera confianza
En el actual entorno financiero competitivo, ganar la confianza del consumidor en privacidad y seguridad de datos es esencial para los bancos. Aunque el 47% muestra poca preocupación al compartir datos, el 53% restante expresa inquietudes, lo que destaca la necesidad de reforzar estrategias para construir y consolidar la confianza del consumidor.
En primer lugar, es crucial para las instituciones bancarias comunicar de manera efectiva la total privacidad y seguridad de los datos del cliente. Siguiendo el ejemplo de éxito de Apple, los bancos deben adoptar medidas proactivas para resguardar la información confidencial y garantizar a los usuarios que sus datos no serán compartidos ni revendidos a terceros. Esta transparencia contribuye a disminuir el escepticismo del consumidor y fortalece la percepción de la entidad financiera como un custodio confiable de la información personal.
Además, los bancos pueden destacar los beneficios tangibles de compartir datos con los clientes. Explicar cómo el intercambio de información puede fortalecer la ciberseguridad y facilitar la detección de fraudes se convierte en un argumento persuasivo. Al mostrar con claridad cómo el análisis de datos puede ser una herramienta efectiva para proteger las cuentas y las transacciones de los usuarios, se crea un valor evidente en la compartición de información financiera. Además, los bancos pueden enfocarse en las ventajas directas para el cliente, explicando que la utilización de sus datos contribuirá a mejorar su salud financiera, ofrecer condiciones bancarias más favorables y proporcionar oportunidades personalizadas de ahorro. De esta manera, se incentiva una relación más colaborativa y beneficiosa entre el consumidor y la institución financiera.
“Esta reticencia subraya la necesidad de abordar la privacidad de manera transparente y ofrecer beneficios tangibles para ganar la confianza de los clientes. La banca en la era de la diferenciación y la personalización debe equilibrar hábilmente estas consideraciones para destacar y construir relaciones sólidas en un entorno altamente competitivo”, explica Marta Franch, Directora de proyectos financieros de The Cocktail.