Pero eso sí, olvidando sus actuaciones políticas, predica ahora un nuevo “evangelio” contrario a las actuaciones que ha mantenido hasta ahora. Dice ahora que hay que enfrentarse al odio, a la insidia, a la falsedad, a las mentiras, al ataque indiscriminado a personas inocentes y propugna la discrepancia racional y respetuosa basada en evidencias.
Bienvenidas son tus palabras, con las que estamos de acuerdo, presidente, pero no ha sido esa la norma de conducta que has aplicado en tu acción política. Basta con mirar los implacables YouTube. Ahí están los testimonios de lo que dijiste y de lo que hiciste después. A eso, señor presidente, cabe calificarlo de incoherencia intelectual absoluta o de mentira pura y dura. Deberías, al menos, acompañar tu nueva “predicación2 con una petición de perdón a toda España.
¿Cuál es la única forma legítima moralmente de apoyar tu permanencia como presidente? Someterte al voto de la ciudadanía convocando elecciones generales. Muchos creemos firmemente en aquella frase que se hizo famosa, "Los españoles se merecen un gobierno que no les mienta". ¿Cuántos españoles pensamos así?
Convoque, presidente, elecciones generales y lo sabremos. Pero no abriguemos falsas esperanzas. Muchos sabemos cuál va a ser tu respuesta, al igual que sabíamos cuál iba a ser el resultado de tus cinco días de “reflexión”. ¡Hasta la próxima, presidente Sánchez!