· Los vecinos de Armilla disfrutaron de la proyección del documental El último verano (2016) de Leire Apellaniz, y el posterior coloquio en torno a los cines de verano, un espacio de ocio y convivencia que fomenta el Ayuntamiento de la localidad y que celebra en la Casa García de Viedma
Redacción | Martes 09 de julio de 2024
Al encuentro asistieron el periodista, filólogo y profesor de Comunicación la Universidad Carlos III de Madrid, David Felipe Arranz, el jefe de Archivo de Filmoteca Española Daniel Pérez y el proyeccionista y protagonista de la película Miguel Ángel Rodríguez. Los ponentes destacaron la importancia del celuloide, el formato de 35 mm., en la educación sentimental del publico, la socialización del espectáculo, la tradición de un oficio -el de proyeccionista- que asiste ya a su ocaso y del que Rodríguez y Pérez son sus últimos representantes. El proyeccionista almacena y preserva las últimas copias de nitrato, las transporta a cualquier punto del país que las requiera y cuida del proceso de proyección en los cines de verano. Otros aspectos que destacaron fueron el mantenimiento de las máquinas y, sobre todo, la nostalgia de un oficio crepuscular que está siendo sustituido por un pen drive con la película que se “ingesta” en los nuevos proyectores digitales en HD que solo fabrica un duopolio en todo el mundo o incluso una copia digital que se manda por Internet.
“La diferencia de textura entre una copia de celuloide y una digital se nota”, comentó Miguel Ángel Rodríguez, a lo que Daniel Pérez añadió la importancia para el ojo humano de los 24 fotogramas proyectadas por segundo, “una velocidad a la que nos hemos hecho durante más de un siglo”. Por su parte, David Felipe Arranz destacó varios aspectos del documental de Apellaniz, así como la importancia de la presencia de los niños en el improvisado patio de butacas de los cines de verano: “es una educación sentimental y los niños aprenden historia, arte, literatura, música, cultura, porque el cine contiene todas las artes”. Entre las películas relacionadas con el documental y con los últimos proyeccionistas, Arranz destacó La última película (1971), Cinema Paradiso (1988) y Splendor (1989). Para Arranz, la película es un wéstern ultramoderno y una “road movie”, al estilo de The Straight Story, de David Lynch.
Además, intervino el concejal de Cultura, Pablo Cano, recordando la importancia que tenían las sesiones dobles de verano en Granada, donde tuvo ocasión de disfrutar del pase vespertino de Los diez mandamientos (1956) y Ben-Hur (1959), “películas que veías seguidas cuando eras niño y que te marcan para siempre”. Los ponentes contestaron a multitud de preguntas y de recuerdos de los cines de Granada del público, que quiso compartir sus vivencias sobre el séptimo arte.