Análisis y Opinión

Tregua comercial: reacciones de los analistas e implicaciones en tecnológicas estadounidenses, con Alphabet en el foco

ANÁLISIS TREGUA COMERCIAL

La tecnología, y la bolsa en general, ha vivido un momento de alta volatilidad y nerviosismo debido a la incertidumbre provocada por los aranceles de Donald Trump

Redacción | Martes 13 de mayo de 2025
Estados Unidos y China sorprendieron a los mercados al sellar una tregua comercial de 90 días, que fue vista, con razón o sin ella, como un éxito para Pekín. Este respiro ha disparado los índices bursátiles, pero también complica la política monetaria de la Fed. A continuación, reacciones de los analistas.

Para Mario Catalá, director de inversiones de Portocolom AV:

El impacto de los aranceles todavía no se ha dejado sentir en los datos macroeconómicos estadounidenses, que obviamente están reflejando la situación previa al anuncio de nuevas tarifas por parte de Trump. Sin embargo, los indicadores de sentimiento ya muestran que tanto inversores como consumidores están anticipando cuanto menos, que se reducirá el crecimiento y aumentará la inflación, aunque sea temporalmente. Los datos publicados en China no han acabado de mostrar las potenciales consecuencias de los aranceles estadounidenses sobre su economía. Aunque los PMIs se han quedado por debajo de las previsiones e incluso el dato de servicios ha entrado en terreno de contracción con una lectura de 49, otros datos como el de producción industrial, que sigue creciendo al 6,5% (5,9% anterior), o el PIB que se ha mantenido en el 5,4% cuando se esperaba una corrección hasta el 5,2%, todavía no dan síntomas de ralentización.

La Reserva Federal se reunía la semana pasada dejando los tipos de interés sin cambios en el 4,50%. Jerome Powell insistió en que no tienen urgencia por seguir acomodando la política monetaria, teniendo en cuenta la incertidumbre económica que han generado las decisiones de la administración americana. Cierto es que los datos de IPC publicados mantenían una tendencia a la baja que podría facilitar una relajación en la política de la FED, sin embargo, preocupa un posible repunte de la inflación por el impacto arancelario, así como una desaceleración económica derivada del menor consumo. Por ahora apoyan a la FED los buenos resultados económicos como la fortaleza del empleo, pero el PIB ya ha dado una primera señal de alarma, que favorecería una futura relajación de la política monetaria. Tras haberse llegado a descontar por parte del mercado hasta 5 bajadas de 25 puntos básicos en 2025, la calma de las últimas sesiones ha rebajado las previsiones de recortes por parte de la FED a entre 2 y 3 bajadas.

La incertidumbre generada por los aranceles durante este último mes y medio ha sido evidente en los mercados de valores, con aumento de volatilidad muy importante que provocaba caídas muy fuertes en renta variable a comienzos de abril, pero que a estas alturas ya están recuperadas en su totalidad. Sin embargo, hay una parte de la economía que no es tan visible a corto plazo, sobre la que veremos sus efectos en varias semanas/meses. Nos referimos tanto a las decisiones por parte de los consumidores como a las de los empresarios, que a nivel global, y viendo el panorama actual, es muy posible que hayan decidido levantar el pie en cuanto a realizar inversiones o a contratar personal por ejemplo. Por eso será muy importante ver las repercusiones que todo esto ha tenido en los datos económicos que se publiquen en los próximos trimestres, con una potencial ralentización económica global de fondo. La buena noticia, al menos a corto plazo, es que Estados Unidos parece haber llegado a acuerdos importantes en el caso de Reino Unido, y al menos, ha establecido una prórroga de 90 días con China, facilitando un marco para la negociación bilateral. Con los primeros anunciaban la semana pasada un acuerdo para limitar los aranceles al 10%, centrado además en sectores concretos. En el caso de China, el pasado fin de semana comenzaron las negociaciones en Suiza, en la que se acordó un paréntesis de 3 meses durante los que se aplicarán tarifas muy inferiores. China bajará por su lado del 125% hasta el 10% para el producto estadounidense, y Estados Unidos reduce desde el 145% inicial hasta el 30% (20 puntos por encima de China pues se mantiene el arancel del 20% derivado del problema con el fentanilo). Adicionalmente se anunció un principio de acuerdo para aumentar la compra de bienes por parte de ambos países, y la reacción en los mercados no se ha hecho esperar, con subidas muy importantes en bolsa tanto en Estados Unidos como en Asia.

Para José Manuel Marín Cebrián, economista y fundador de Fortuna SFP:

Parece que en este peculiar partido de fútbol económico, la Reserva Federal ha decidido quedarse en el banquillo, calentando pero sin saltar al terreno de juego. ¿La razón? Trump, desde la grada (o más bien desde su cuenta de Twitter), no deja de gritar que bajen los tipos de interés ya. Pero la FED prefiere esperar a ver cómo termina el partido que él mismo ha empezado: la guerra comercial con China. Mientras tanto, ocurre lo de siempre cuando los nervios entran al campo: la inflación se toma un respiro, el empleo empieza a mirar de reojo al banquillo y el crecimiento. La FED no puede bailar al ritmo de Trump porque su credibilidad está en juego.

Al otro lado del campo, los PMIs globales —tanto el de servicios como el manufacturero— han bajado por debajo del umbral de 50. Mientras tanto, los mercados financieros han decidido imitar a su líder espiritual, Trump, y se mueven, también, a bandazos. Un día estamos en el miedo extremo, al siguiente en la euforia desatada, y al otro en el caos ilustrado. El índice VIX, ese “termómetro del pánico”, parece una montaña rusa: sube, baja, da giros y nadie sabe cuándo va a parar. Entre la avaricia descontrolada y el pánico apocalíptico, el mercado parece más una telenovela de horario estelar que una plaza financiera seria. Y en Wall Street, mientras los inversores celebran que el 78% de las empresas del S&P500 han superado las expectativas de beneficios, especialmente en salud y finanzas. La incertidumbre comercial es tal que muchas empresas han decidido dejar de hacer previsiones trimestrales. En resumen, tenemos una FED esperando en el banquillo, una economía global que se enfría, unos mercados que actúan irracionalmente, y unas empresas que ganan hoy pero temen por el mañana. ¿La estrategia? Esperar que a Trump se le acabe la batería del móvil... o la paciencia de los mercados.

Para Juan José del Valle, analista de Activotrade SV:

Los mercados celebraron con euforia el anuncio de la tregua que se dan de 90 días China y EEUU con unos aranceles cerca de un 80% más bajos que los aplicados inicialmente. El Nasdaq 100 o Russell 2000 suben más de un 4% y 3% respectivamente y el VIX cae cerca de un 20%. Atentos al sector farma en Europa y EEUU tras también conocerse que Trump baja precios de los medicamentos, sobretodo a las empresas que tienen mayor negocio en EEUU, como Novo Nordisk, AstraZeneca, Roche, Novartis, GSK o Sanofi, que generan entre el 40% y el 60% de sus ingresos en el país. Ayer las acciones de alguna de ellas caían más de un 6% tras la noticia aunque no terminaron la sesión tan mal. ¿Un gran acuerdo? Digamos que es cuestionable. Estados Unidos y China han alcanzado un acuerdo clave para reducir significativamente sus aranceles durante 90 días, marcando una tregua comercial. EE. UU. bajará sus aranceles a productos chinos del 145% al 30%, mientras que China reducirá los suyos del 125% al 10%. Este avance alivia tensiones en medio de expectativas moderadas de recortes de tipos en EE. UU., con solo un 17% de probabilidad en junio y 59% en julio. Los futuros ahora proyectan recortes de 63 puntos básicos en 2025. Pero la realidad, es que los aranceles siguen más elevados que en febrero.

Implicaciones para tecnológicas estadounidenses, análisis de Antonio Fernández Quesada, director de inversiones de Tesys EAF:

- La tecnología a la cabeza, deja a Wall Street con subidas de más del 20% desde mínimos del año. ¿Es suficiente para volver a máximos?

La tecnología, y la bolsa en general, ha vivido un momento de alta volatilidad y nerviosismo debido a la incertidumbre provocada por los aranceles de Donald Trump. ¿Se alcanzarán nuevos máximos? Es difícil saberlo en el corto plazo pues depende de si habrá nuevos aranceles o no, si se llegarán a acuerdos, o si habrá algún otro hecho o decisión importante que afecte a los mercados. En el largo plazo las buenas empresas se adaptarán, seguirán ganando dinero, generando valor, y volverán a máximos como siempre ha ocurrido en la historia, pero para eso hay que ser pacientes.

Desde Tesys Internacional invertimos en compañías fuertes, que puedan adaptarse a cualquier entorno, y en estas épocas se suelen encontrar a mejores precios dando buenas oportunidades, independientemente de lo que ocurra semanas o meses después.

- Alphabet cotiza a precios bajos.

Alphabet es una excelente empresa en la que existen riesgos de que su principal fuente de ingresos, el buscador Google, sufra una disrupción por parte de otras compañías de Inteligencia artificial como OpenAI. Esto es importante pues alrededor del 55% de las ventas de Alphabet viene exclusivamente del buscador, sin tener en cuenta otros negocios publicitarios como Google Networks o Youtube. Este hecho nos llevó a reducir la exposición en Tesys Internacional hace medio año.

Por otra parte, Alphabet tiene capacidad para competir, y otros negocios que respaldan al holding de manera importante. Además de su excelente posición financiera con cerca de 100.000 millones de dólares de caja neta, Alphabet posee su IA Gemini, siempre entre los primeros puestos en los diferentes rankings de mejor inteligencia artificial. También posee Google Cloud, negocio que ya genera beneficios para la empresa y que crece a doble dígito. Youtube, Android, Gmail, Google maps, Classroom son negocios únicos, propiedad de Alphabet, y por último Waymo con el coche autónomo, que ya se está expandiendo por diferentes ciudades de Estados Unidos. La valoración actual ya recoge parte de estos riesgos y pensamos que puede haber valor en la compañía.