En el análisis se plantea la conveniencia de que la aportación de una nación a la Alianza Atlántica no solo se determine por el indicador simple del porcentaje del PIB, sino también y especialmente por indicadores compuestos, considerando recursos materiales, humanos, parámetros de gestión y se pone la lupa no sólo en el gasto de defensa de las naciones de la OTAN sino de la propia Unión Europea.
Precisamente Cordero Aparicio plantea la necesidad de ir más allá del simple porcentaje, por tener la debilidad de no reflejar suficientemente la realidad; e igualmente apunta que “sería conveniente que ambas organizaciones supranacionales facilitaran al público en general indicadores de eficiencia y eficacia, si lo permite la confidencialidad, que proporcionen una visión más clara de los recursos, productos, capacidades, resultados, impactos y objetivos relativos al gasto de defensa de las naciones miembros, consideradas individualmente y en su conjunto”.
Como corolario señala que “aunque los indicadores compuestos son más difíciles de elaborar, sin embargo, proporcionan más información y son más fáciles de interpretar que una batería de indicadores separados (…) igualmente esos indicadores deberían quedar informados y auditados, previa y posteriormente, por los órganos de control interno y externo nacional y supranacional”.
Descargar aquí el documento publicado por el Instituto Español de Estudios Estratégicos >>> Hacia una ponderada comparación de los gastos de defensa de las naciones, por José María Cordero Aparicio, General de Brigada Interventor (Retirado)