Al frente de sus fogones, el joven chef Diego Sanz, tras su paso por grandes cocinas de la talla de Noma o Zuberoa, y acompañado de un equipo joven, apasionado y preparado, marcan un antes y un después en la cocina castellana. Una propuesta gastronómica clásica con acertados guiños vanguardistas, que busca rescatar lo mejor de la cocina tradicional castellana. Su seductora carta, compuesta por sabroso guisos, brasas y entrañables recetas heredadas de las abuelas, busca elevar los platos de siempre con técnica, sensibilidad y sin artificios. Un formidable recetario, donde el producto local es el rey, los sabores son reconocibles pero sorprendentes y cada plato cuenta una historia.
En sala, el jovencísimo Adrián Abella, exmiembro del equipo de Disfrutar (actual número uno del mundo según The World’s 50 Best), transforma cada visita en una inolvidable experiencia que combina sabor, atención y emoción, porque en Caleña se cocina con alma y con rigor. Su equipo ha recorrido pueblos, ha conversado con abuelas, indagado en cuadernos de recetas y tradiciones orales para rescatar lo esencial de la cocina de la zona. Ese conocimiento se traduce en platos que huelen a infancia, saben a hogar y sorprenden como un primer amor.
Nuestra velada en Caleña comenzó con una exquisita tosta de anchoa 00 de Santoña y mantequilla de oveja que nos enamoró desde el primer bocado. Una elaboración impecable, que dio paso a unas deliciosas croquetas de cecina. Semi líquidas y sumamente cremosas, nos sorprendieron tanto por su sabor como por su magnífica textura antes de sucumbir a los encantos del original escabeche de fresas silvestres, naranja y vinagre de Jerez. Una receta que deja huella y que enamora el paladar de inmediato al igual que los sensacionales espárragos trigueros con torrezno de Ávila, yema Redondo y queso Canto Viejo.
Continuamos con un arriesgado mar y montaña que toma forma en una delicada ostra con oreja de cerdo, kimchee de nabo y piparra. Una verdadera joya gastronómica que rompe con todos los esquemas y que, sin duda, funciona a la perfección.
De los platos principales optamos por probar el socarrat con conejo, azafrán y paté de sus interiores y las chuletillas del lechazo al sarmiento. En ambos casos, nuestra elección de convirtió en un acierto en toda regla, que nos hizo disfrutar plenamente de la velada, antes de terminar seleccionando los quesos artesanos para el postre de su llamativo carrito, que siempre se convierte en el broche final perfecto.
En su corta vida, Caleña ya luce muy merecidamente su primer Sol Repsol. Una cocina auténtica y sin pretensiones, que parte del producto para llegar al corazón. Un magnífico refugio gastronómico en el corazón de Ávila que arranca su andadura con el reto de marcar el rumbo de la nueva gastronomía española. ¿Os podréis resistir?
CALEÑA
Dirección: Calle de los Telares 1
05001 Ávila
Teléfono: 683 13 70
Web: https://www.calenarestaurante.com/
Ticket Medio: 95€
Menú degustación: 90€