Mercados

España experimenta incremento notable en adopción de fertilizantes ecológicos

· Durante 2024 y 2025 la adopción de fertilizantes ecológicos en España está creciendo a un ritmo constante

Redacción | Miércoles 23 de julio de 2025
En 2023 el consumo total alcanzó 3,7 millones de toneladas, un aumento del 5 % respecto al año anterior, aunque todavía por debajo de los niveles de alrededor de 5 millones de toneladas típicos previos a 2020. Al mismo tiempo, el mercado español de abonos naturales está proyectado a crecer con una tasa media anual del 6,8 % entre 2023 y 2033, impulsado por la demanda de prácticas sostenibles y productos orgánicos. Este impulso se conecta con la creciente superficie de agricultura ecológica, que representa ya más del 10 % de la superficie agraria útil, y eleva al país como líder en la Unión Europea y sexto a nivel mundial en producción ecológica.

La introducción de fertilizantes ecológicos está redefiniendo estrategias agrícolas. Los beneficios del nuevo enfoque permiten aprovechar residuos orgánicos como estiércol o compost, mejorar la estructura del suelo y aumentar su actividad biológica, favoreciendo una fertilidad más duradera sin recurrir a sustancias sintéticas. Expertos agrícolas recomiendan su integración junto a una fertilización racional, rotación de cultivos y manejo eficiente del agua para maximizar beneficios agroambientales y productivos.

El uso creciente ofrece múltiples ventajas. En primer lugar, protege la fertilidad del suelo y reduce la erosión comparado con prácticas convencionales, llegando a observarse hasta un 75 % menos de pérdida de suelo en explotaciones ecológicas. Limita además la contaminación de acuíferos, ya que evita la escorrentía de nutrientes nitrogenados, lo que reduce la eutrofización y mejora la calidad del agua. Se han documentado problemas serios en acuíferos españoles por acumulación excesiva de nitratos en cultivos convencionales. La biodiversidad también se beneficia, fincas ecológicas presentan aproximadamente un 30 % más de especies animales y vegetales, contribuyendo al control biológico natural de plagas y salud general del ecosistema .

Otro beneficio importante es la mitigación del cambio climático. Incrementan la fijación de carbono en el suelo (entre 40 % y 72 %) y reducen emisiones de CO₂ y N₂O, particularmente al sustituir abonos nitrogenados sintéticos. También reducen el consumo de energía en la producción agrícola, estimándose un ahorro de entre 9 % y 69 %, dependiendo del tipo de cultivo. En el ámbito social, la agricultura ecológica requiere más mano de obra, lo cual favorece el empleo rural y ayuda a frenar la despoblación.

También se observan ganancias para los agricultores. Ensayos en Almería con biofertilizantes líquidos basados en algas y sustancias fúlvicas han mostrado incrementos de rendimiento del 35 % en tomate bajo condiciones de estrés hídrico, además de reducir uso de fertilizantes químicos y mejorar la rentabilidad general de la cosecha. En este contexto, desde Ecofos, señalan: “Estos resultados indican que la mayor inversión inicial en insumos ecológicos puede compensarse ampliamente por cosechas más robustas y mercados con demanda por productos sostenibles”.

La política pública y el apoyo regulatorio juegan un rol clave. El país ha reforzado incentivos mediante la Política Agraria Común (PAC) desde 2023, favoreciendo ayudas al sector ecológico que han impulsado crecimientos regionales, como en Asturias (+52 %) y Castilla y León (+30 %). Empresas como PepsiCo, que trabajan en agricultura regenerativa, han reducido hasta un 15 % las emisiones en cultivo de patata y un 20 % en maíz a través de abonos naturales y otras prácticas sostenibles, colaborando con más de 200 agricultores.

Este crecimiento del mercado y sus ventajas se reflejan en datos y previsiones: el mercado español de estos productos se valoró en cientos de millones y continúa expandiéndose, alineado con tendencias europeas más amplias donde el mercado de abonos orgánicos alcanzó 4.2 mil millones de dólares en 2024 y se espera llegue a 6.14 mil millones en 2029.

Los agricultores que adoptan nutrientes orgánicos integrados en estrategias de agricultura regenerativa logran suelos más sanos, mejor rendimiento en condiciones climáticas adversas y acceso a mercados especializados. España consolida así su liderazgo en agricultura ecológica, con más del 10 % de su superficie agraria útil bajo certificación ecológica y una trayectoria ascendente en producción sostenible.

Este avance no solo representa un cambio técnico, sino una transformación en la relación con el territorio, los recursos y la producción de alimentos. La transición hacia una fertilización basada en principios ecológicos ofrece una ruta viable y positiva para unir productividad con cuidado ambiental. El impulso del mercado, las políticas integradas y los resultados en campo apuntan a una tendencia sólida que puede consolidar una agricultura más equilibrada y resiliente. El futuro de este modelo sugiere oportunidades crecientes para que el sector agrario evolucione de manera sostenible y rentable.