Hermanos Vinagre, el grupo gastronómico que ha logrado elevar el aperitivo madrileño a una experiencia gourmet sin perder su esencia de barrio, da un nuevo paso en su trayectoria. Ahora y con el nombramiento de Eduardo Gómez como director general, se inicia una nueva y ambiciosa fase de crecimiento de la marca. La incorporación de Gómez, con un sólido recorrido en marcas como Starbucks, Restalia, Crusto y recientemente Healthy Poke, supone un movimiento estratégico para reforzar los valores de la casa. Un concepto que se caracteriza por trabajar siempre con los mejores productos, ofrecernos un trato cercano en cada visita y mostrar un profundo respeto por la tradición. "Este proyecto tiene alma y vamos a hacerlo crecer sin perder su autenticidad ni su sabor" como afirma ilusionado su nuevo director.
De este modo, Hermanos Vinagre se prepara para abrir seis nuevos locales entre 2025 y finales de 2026, apostando por una expansión cuidada y coherente con su identidad. Además, tres de sus icónicos establecimientos ubicados en Narváez, Gravina y Cardenal Cisneros, están siendo renovados con un enfoque claro con el objetivo de mejorar la experiencia del cliente sin renunciar al espíritu castizo que los define.
El plan de crecimiento combina tradición y modernidad, y en su carta no faltan riquísimas opciones que van desde mejillones en escabeche ahumado hasta el clásico bocadillo de calamares. Todo ello con el sello de calidad de su propia fábrica de conservas en Boadilla del Monte.
Nuestra velada en Hermanos Vinagre comenzó con su emblemática La Rusa, una irresistible ensaladilla que llega a la mesa servida en una llamativa matrioska. Un formidable comienzo, que nos condujo al delicioso torpedo de arenque ahumado que compartió protagonismo con unos impresionantes boquerones en vinagre al estilo madrileño que vienen acompañados de unas riquísimas patatas fritas, al igual que los exquisitos mejillones en escabeche ahumado que se convierten en una opción perfecta para compartir.
No obstante, hemos de confesar que nuestro plato estrella fue la oreja adobada y frita con toque de pimentón dulce y picante que nos pareció una receta absolutamente adictiva. Terminamos con un sabroso bocadillo de calamares en pan brioche con mayonesa, sriracha y ralladura de lima, que recupera la esencia del Madrid más castizo con un twist de modernidad que nos fue conquistando con cada mordisco.
Cada local de Hermanos Vinagre rinde un bonito homenaje a esos icónicos bares de toda la vida. Un concepto que han actualizado con mucho cariño, pero manteniendo siempre la autenticidad. Su propuesta, centrada en conservas caseras, escabeches y recetas populares, ha conquistado a una clientela fiel que encuentra en sus locales mucho más que una apetecible carta. Una experiencia con alma, esencia... ¡Y mucho sabor!
¿Nos vemos pronto en Hermanos Vinagre?
HERMANOS VINAGRE
Dirección: Calle del Cardenal Cisneros, 26
280010 Madrid
Teléfono: 914 11 87 99
Ticket Medio: 30€