El espacio que nos ofrece la imprenta siempre es limitado. En Moratalaz. No hay dos sin tres mencionamos a muchos de los jugadores internacionales de la Escuela Deportiva de Moratalaz, pero en este artículo conoceremos algo más sobre sus destacadas trayectorias.
El principal emblema de la Escuela es Pablo Barrios, al que el club rindió homenaje el 19 de enero de 2025 gracias al impulso de su presidente, Jesús Recio. Barrios es internacional con la Selección Española y conquistó una medalla de oro olímpica en París 2024. Se formó en la Escuela Deportiva Moratalaz entre 2008 y 2011, antes de pasar al Real Madrid (2011-2017) y posteriormente unirse al Atlético de Madrid en 2017. Debutó con el primer equipo rojiblanco el 29 de octubre de 2022. Le honra reconocer sus orígenes y reivindicar su pasado con orgullo.
Otro jugador que ha dado prestigio y un beneficio económico —gracias al mecanismo de solidaridad que prevé la FIFA— a la Escuela Deportiva de Moratalaz es Pablo Martínez. Permaneció hasta los 18 años en el Juvenil A y, en el verano de 2019, firmó por el Atlético Levante. El 1 de diciembre de ese mismo año debutó con el primer equipo del Levante U. D. en un partido de Primera División frente al Getafe C. F.
Jaime Siaj es otro jugador vinculado a la Escuela Deportiva de Moratalaz. Tras su paso por las categorías inferiores del Real Madrid, desarrolló parte de su carrera en Estados Unidos, primero en la liga universitaria y después en clubes profesionales de la USL. Posteriormente regresó a España para militar en el Dux Internacional de Madrid y más tarde continuó su trayectoria en distintos equipos de ligas internacionales, lo que le abrió las puertas de la Selección de Fútbol de Jordania, con la que ha llegado a ser internacional. Su recorrido evidencia la proyección internacional que pueden alcanzar los futbolistas formados en Moratalaz.
Completan la nómina de jugadores —y posteriormente entrenadores— Ramiro Muñoz Calvo y Guillermo Fernández Romo, quienes también dejaron huella en la Escuela Deportiva de Moratalaz y consolidaron su prestigio desde los banquillos.
Ramiro Muñoz Calvo inició su carrera como técnico en Finlandia en 2018, en el fútbol base del HPS Helsinki, donde dirigió categorías inferiores y ejerció como segundo entrenador del primer equipo en la Kolmonen. En 2019 pasó al VJS Vantaa de la Segunda División finlandesa y, en 2021, se incorporó al SJK Seinäjoki de la Veikkausliiga, con el que logró una histórica tercera plaza liguera, la medalla de bronce y la clasificación para la UEFA Conference League. En noviembre de 2022 se unió al FC Inter Turku como segundo de Miguel Grau, pero tras su destitución asumió el banquillo como entrenador interino con solo 28 años, firmando una brillante temporada en la que el equipo finalizó quinto en liga, subcampeón de Copa de Finlandia y subcampeón de la Copa de la Liga.
Guillermo Fernández Romo comenzó su carrera como entrenador en la Escuela Deportiva de Moratalaz y, tras dar sus primeros pasos en la formación de cantera, desarrolló una dilatada trayectoria que le llevó a ejercer como segundo técnico en el Betis Deportivo Balompié y en el Club Deportivo Alcoyano, entre otros equipos. Su evolución profesional lo consolidó como uno de los entrenadores madrileños con mayor proyección, llegando a dirigir a clubes en Segunda División y confirmando la solidez de una carrera iniciada en Moratalaz.
Estos son solo algunos ejemplos de lo que los equipos de barrio pueden lograr cuando cuentan con ilusión, trabajo y compromiso. No hablamos únicamente de fútbol, sino de espacios de convivencia, de educación en valores y de oportunidades de crecimiento personal para cientos de jóvenes. La historia de la Escuela Deportiva de Moratalaz demuestra que desde un campo de barrio se puede llegar a lo más alto, incluso a competiciones internacionales.
Por ello, considero que es una obligación moral de la sociedad y de los responsables políticos apoyar a estas entidades deportivas, garantizar su continuidad y reconocer su importancia en la formación de nuevas generaciones. Precisamente por eso hemos rescatado su historia, para reivindicar el valor del fútbol de barrio y situarlo en el lugar que merece dentro de nuestra memoria colectiva.