Bolsas y valores

El copiloto invisible de las finanzas empresariales

· En el día a día de cualquier empresa, ya sea una pyme que empieza a crecer o una compañía consolidada, siempre hay un acompañante silencioso que vela por su rumbo: las finanzas

Redacción | Lunes 22 de septiembre de 2025
Muchas veces no se percibe, porque no está en los titulares ni en la parte visible del negocio, pero su importancia es decisiva. Ese papel lo puede desempeñar un CFO externo, alguien que aporta experiencia y visión estratégica sin necesidad de formar parte de la plantilla a tiempo completo. Un auténtico copiloto que, aunque invisible para la mayoría, sostiene buena parte del éxito empresarial.



Más allá de los números: un papel estratégico

Gestionar las finanzas de una empresa no es simplemente cuadrar balances o revisar facturas, sino que, detrás de cada decisión contable hay una oportunidad de orientar el futuro del negocio. Por tanto, el director financiero no se limita, exclusivamente, a mirar lo que ocurrió ayer, sino que debe poner la vista en aquello que pueda ocurrir mañana.

Mientras los equipos comerciales y operativos trabajan en generar ingresos, el CFO (Chief Financial Officer) analiza los posibles escenarios, anticipa riesgos y ayuda a tomar decisiones que marquen el camino a largo plazo de la compañía. En definitiva, la diferencia entre una empresa que sobrevive y otra que crece de manera sólida suele estar en este enfoque estratégico, es decir, en la relación finanzas-estrategia.

La previsión en tiempos de incertidumbre

El entorno actual es todo menos estable: inflación, tipos de interés cambiantes, normativas nuevas, fluctuaciones de mercado… De forma que, ante esta realidad, improvisar es un riesgo que pocas empresas pueden permitirse y la previsión se convierte en el recurso más valioso.

Ante esta situación, el copiloto invisible está ahí para responder preguntas que inquietan a cualquier empresario:

- ¿Qué pasaría si las ventas caen durante tres meses seguidos?
- ¿Podemos asumir la carga financiera de una expansión internacional?
- ¿Cómo afectará a nuestra tesorería una subida de los tipos de interés?

La clave está en adelantarse a los problemas, no en reaccionar cuando éstos ya hayan explotado.

La figura flexible del CFO externo

No todas las compañías pueden contratar a un director financiero interno, pero eso no implica quedarse sin su visión experta. El CFO externo aparece como una alternativa realista y eficaz: aporta la misma experiencia, pero de forma flexible y adaptada a la capacidad de cada empresa.

Este modelo permite contar con asesoramiento de alto nivel sin necesidad de asumir un coste fijo elevado. Además, al no estar condicionado por la cultura interna, su análisis suele ser más objetivo y enfocado en el mercado.

Inteligencia financiera aplicada al día a día

El copiloto financiero no solo piensa en los grandes planes, también aterriza las decisiones diarias que mantienen estable el negocio:

- Controlar la tesorería, para que nunca falte liquidez
- Revisar costes, detectando dónde se puede mejorar la rentabilidad.
- Identificar riesgos financieros, anticipando problemas antes de que aparezcan.
- Negociar con bancos y entidades, logrando mejores condiciones de crédito.
- Analizar la rentabilidad de proyectos, evitando inversiones poco sostenibles.

Se trata de tareas silenciosas, pero de ellas depende la estabilidad de la empresa, luego su función es primordial para el buen funcionamiento de la misma.

La tecnología como aliada

Hoy en día, las herramientas digitales ofrecen datos en tiempo real que antes eran impensables. Ahora bien, el reto no es tenerlos, sino saber interpretar cada uno de esos datos, especialmente, en su conjunto. En este sentido, el copiloto invisible sabe traducir esas métricas en decisiones que afectan directamente al futuro del negocio.

Por ejemplo, un software puede reflejar un aumento en las ventas, pero solo un análisis profundo revela si ese crecimiento se traduce en rentabilidad real o en un incremento de gastos que compromete la liquidez. Por tanto, antes de tomar la decisión, se deben analizar, exhaustivamente, los datos.

Escenarios donde marca la diferencia

Hay momentos clave en la vida de una empresa en los que este acompañamiento se vuelve imprescindible:

- Entrar en un mercado internacional.
- Buscar financiación para crecer.
- Enfrentarse a una crisis de liquidez.
- Evaluar una posible fusión o adquisición.

En todos esos casos, el copiloto financiero es la figura que aporta calma, seguridad y claridad.

Confianza y transparencia como base

Abrir las finanzas a alguien ajeno requiere confianza. La transparencia y la ética son la base para que el acompañamiento funcione pues, cuando se logra esa relación, el resultado es un apoyo inestimable en la toma de decisiones.

El valor de los equipos especializados

En lugar de delegar en una sola persona, algunas empresas optan por firmas de consultoría que combinan perfiles complementarios. Un ejemplo es Maraz Corporate Finance, que ofrece un acompañamiento integral que va desde la gestión del día a día hasta operaciones corporativas más complejas.

Su mayor ventaja es que acumulan experiencia en distintos sectores y ponen a disposición de las empresas un conocimiento y una red de contactos que, en muchos casos, marcan la diferencia.

  • Un futuro cada vez más estratégico

Cada vez más compañías entienden que crecer no es solo vender más, sino hacerlo de forma sostenible y rentable. En ese camino, el copiloto invisible de las finanzas es una pieza clave.

El futuro apunta a modelos híbridos que consistan en integrar lo interno con lo externo, así como usar la tecnología para mejorar la gestión y mantener la flexibilidad como ventaja.

Ahora bien, el objetivo es claro, y es que la empresa avance sin perder de vista su rumbo, con la seguridad de tener siempre alguien en la cabina de control financiero.