El segmento que más impulsa la industria es el de los casinos en línea. Solo en el primer trimestre de 2025, los ingresos alcanzaron los 203 millones de euros, un 20,64% más que en el mismo periodo del año anterior. Esta tendencia evidencia el peso que ha ganado la opción de jugar al casino online, convertida en la preferencia de una parte creciente de usuarios.
Las apuestas deportivas también su peso: durante el mismo trimestre, el volumen ascendió a 165,9 millones de euros, con un crecimiento interanual del 11,17%. Dentro de este segmento, se observan dos tendencias al alza: el fuerte repunte de las apuestas convencionales en deportes, con un 75,7% de incremento, y la consolidación de las apuestas en directo, que crecieron un 4,68%.
En conjunto, el gasto medio anual por jugador supera ya los 700 euros y la cifra de jugadores activos mensuales se aproxima al millón. Con estos datos, España se sitúa por encima de otros mercados emergentes europeos y se confirma como uno de los escenarios más dinámicos del continente.
Aunque el sector digital en España crece a gran velocidad, todavía mantiene margen de recorrido frente a los líderes europeos. En 2024, el juego online representó el 14% del mercado regulado total, mientras que en países como Reino Unido y Suecia la proporción supera el 35%. Esa diferencia, lejos de ser un signo negativo, se interpreta como una oportunidad de expansión futura en un entorno en el que la digitalización avanza en todos los ámbitos del consumo.
La proyección española está respaldada por un ritmo sostenido de incorporación de nuevos jugadores —más de 459.000 en 2024— y por la consolidación de una oferta cada vez más diversificada, en la que confluyen casino, apuestas deportivas y productos innovadores. La regulación, que garantiza un cierto grado de transparencia y seguridad, es otro de los pilares que permiten atraer inversión y mantener la confianza del usuario.
De cara al futuro inmediato, las previsiones apuntan a que España seguirá escalando posiciones en el mercado europeo, con una penetración digital creciente y una industria que ya se considera estratégica dentro del sector del ocio y el entretenimiento.