El Comité Federal de Mercado Abierto de la Reserva Federal (FED) aprobó ayer un recorte de 25 puntos básicos en los tipos de interés, que pasan del 4,5% al 4,25%. La medida se produce en un contexto de inflación contenida en el 2,7–2,9% y de enfriamiento del mercado laboral estadounidense: según el Bureau of Labor Statistics, en agosto el desempleo subió al 4,3% y la creación de empleo se limitó a 22.000 nuevos puestos de trabajo, frente a expectativas mucho más elevadas. “Las bajadas de tipos son más que probables y nos situaremos en los tipos de interés en Estados Unidos alrededor del 3,5–3,75% de aquí a final de año”, sostiene Joan Esteve, director de inversiones de Gesinter y experto en mercados internacionales.
El analista añadió que la primera intervención de Powell tras la decisión se caracterizó por “mucha prudencia, mucha cautela, de no querer mojarse”. Y precisó: “Esta bajada de tipos de interés de un cuarto de punto es totalmente asumible, no hay ninguna repercusión importante en la economía”.
En su valoración, Esteve también subrayó que “no es descartable que se continúen bajando tipos en el sentido de que hay bastante margen sin recalentar la economía”.
Sobre el debate en torno al tipo neutral, explicó: “Probablemente se sitúe más en el 3,5 que en el 3, porque la economía está muy fuerte. Si se bajasen demasiado los tipos, la acelerarían innecesariamente”.
El director de inversiones de Gesinter alertó además sobre los riesgos políticos: “Hay indicios muy claros y declaraciones directas del presidente Donald Trump y de su entorno de que quieren controlar las decisiones de la FED. Eso supone un riesgo muy elevado, porque minar la independencia del organismo afectaría muy negativamente al mercado y a la confianza de los inversores”.
En cuanto a la evolución de los precios, Esteve recordó que la inflación sigue condicionada por los aranceles y la depreciación del dólar: “Tendrán un efecto puntual, golpes escalonados en los precios, pero no necesariamente un crecimiento estructural de la inflación”.
“El mensaje de Powell es de prudencia y de coherencia con sus decisiones anteriores, lo que le deja las manos libres para actuar conforme evolucionen los datos económicos”, concluyó.