Análisis y Opinión

No les importamos nada

· Por José Antonio García Calle

Viernes 03 de octubre de 2025
En pleno 2025 existen en España muchos —¡muchísimos!— miles de personas que, después de cotizar 25 o 30 años (pagando a la Mutualidad de la Abogacía lo que el Estado les dijo) para conseguir una pensión digna, se van a encontrar con una pensión miserable de 400 a 600 euros. La mayor parte de la culpa de esta situación proviene de la nefasta gestión de la Mutualidad, incapaz de conseguir una rentabilidad mínima (aunque esa es otra historia). Estos miles de mutualistas han aportado, no solo a la Mutualidad de la Abogacía, sino también al Estado a través de sus impuestos y a la sociedad mediante su profesión. (El 25% de las pensiones de los ciudadanos se pagan con impuestos). El grupo de afectados, gracias al movimiento J2, consiguió que la sociedad tomara conciencia de esta situación e informó a los políticos para que corrigieran esta injusticia. Lo que pretende este movimiento J2, básicamente, es que las aportaciones realizadas a la Mutualidad pasen a la Seguridad Social (estamos hablando de miles de millones), de modo que los mutualistas puedan voluntariamente integrarse en el RETA. Este punto es fundamental: el paso al RETA no es gratuito, sino que implica que las aportaciones hechas a la Mutualidad se trasladen a la Seguridad Social y que se continue cotizando como autónomos y no en las mutualidades.


Tras manifestaciones y presión en redes sociales por parte del movimiento J2, el Gobierno, sin interés en solucionar el problema, presentó una infame Proposición de Ley para intentar quitarse el asunto de encima. Tan despreciable es esta propuesta que deja fuera a los más desfavorecidos, como son los mutualistas pensionistas que están cobrando 400–600 euros.

Cuando comenzó el trámite parlamentario, solo VOX se atrevió a presentar una enmienda a la totalidad, proponiendo implantar una pasarela al RETA 1x1 y para todos, recogiendo así todos los derechos sociales justos y equitativos de los mutualistas. ¿Saben ustedes lo que votaron todos los partidos del Gobierno? Pues en contra de esa enmienda, que habría supuesto un avance social histórico y que ni gobiernos de izquierdas ni de derechas habían osado acometer.

Del PSOE ya sabemos lo que cabe esperar. Del PP, ni está ni se le espera. Pero mi intención en este artículo es señalar a los demás partidos del Gobierno —SUMAR (los plurinacionales), Podemos, Bildu, PNV, ERC, BNG, Ábalos— porque no han hecho nada, absolutamente nada, para corregir esta injusticia social que condena a miles de ciudadanos a la indigencia.

Estos partidos ahora pretenden que, presentando unas enmiendas parciales, pueden lavarse las manos de su parálisis en su tan pregonada lucha por los derechos sociales y el bla, bla, bla de siempre.

La realidad es que a estos partidos del Gobierno lo único que les interesa es la política, y no son capaces de defender los derechos más básicos de los ciudadanos. Prefieren volcarse en conflictos que ocurren a miles de kilómetros de España, mientras son incapaces de solucionar los problemas de sus propios paisanos, como el de los mutualistas.

Bastaría con que estos partidos políticos dijeran a su socio de Gobierno, el PSOE, que no votarán ninguna ley en el Parlamento hasta que se apruebe el pase al RETA. Sería suficiente.

Por ejemplo, si cualquiera de esos partidos hubiera dicho:

—No te voto la ley de amnistía hasta que apruebes el pase al RETA.
¿Qué habría pasado?

No hace falta ir tan lejos: el próximo martes 7 de octubre se votará un Real Decreto-ley sobre el embargo de armas a Israel. ¿Por qué los partidos mencionados no tienen la valentía política de decir a su socio de Gobierno, el PSOE?:
—Si no apruebas el pase al RETA (un simple Real Decreto) que afecta a miles de ciudadanos españoles, no te votamos el embargo.

Pero no, estos partidos —SUMAR (los plurinacionales), Podemos, Bildu, PNV, ERC, BNG, Ábalos— prefieren “arreglar” problemas que suceden a miles de kilómetros antes que los problemas de los ciudadanos, a los cuales si deben rendir cuentas.

Esta es la prueba de que a estos partidos los ciudadanos no les importamos nada: prefieren jugar a la política internacional en lugar de resolver los problemas de su vecino.