Hay pequeños gestos cotidianos que, sin darnos cuenta, marcan la diferencia en nuestro bienestar. Beber agua, por ejemplo, debería ser una experiencia sencilla, pero también placentera. Desde hace unas semanas, en mi cocina hay un nuevo objeto que ha transformado ese hábito en un pequeño ritual de diseño y conciencia: la nueva BRITA Style Essential.
Reconozco que al principio me llamó la atención por su estética. No es habitual encontrar una jarra filtrante que parezca recién salida de un catálogo de decoración escandinava. Su perfil limpio, las líneas suaves y la gama de colores —arena, blanca y azul— permiten que se integre en cualquier espacio. En mi caso, la versión color arena se funde con la madera clara de la encimera y parece una pieza más del conjunto.
La jarra cuenta con un sistema de tapa abatible, fácil de llenar, y un indicador LED Smart Light que se ilumina discretamente cuando llega el momento de cambiar el filtro. Un detalle pequeño, pero que simplifica la rutina y evita olvidos.
La diferencia más notable está, sin duda, en el sabor del agua. Gracias a la tecnología de filtración MAXTRA PRO, el agua pierde ese regusto a cal y cloro que en Madrid solemos dar por inevitable. De repente, el café tiene un aroma más puro, el té no deja posos, y hasta el vaso de agua fresca sabe distinto, más limpio.
BRITA ofrece dos versiones del cartucho: PURE PERFORMANCE, centrado en mejorar el sabor, y LIMESCALE EXPERT, diseñado para reducir un 50% más de cal. He probado ambos y puedo confirmar que el resultado se nota incluso en los pequeños electrodomésticos: la cafetera lo agradece.
Más allá del diseño y la funcionalidad, lo que más valoro es la sensación de estar contribuyendo —aunque sea a pequeña escala— a un consumo más responsable. Cada cartucho puede filtrar hasta 150 litros de agua, lo que equivale a 150 botellas de plástico de un litro. Si lo pienso, en un mes he evitado llenar mi reciclaje de envases innecesarios. Esa es la clase de sostenibilidad práctica que realmente puede incorporarse al día a día.
Durante la entrevista con Clare López-Wright, directora general de BRITA Iberia, me habló precisamente de esa filosofía: “Queremos transformar un gesto cotidiano en un momento consciente: una pausa para reconectar con lo esencial y cuidar de uno mismo con intención y estilo”. Y lo cierto es que el mensaje encaja con lo que transmite el producto. La Style Essential no es una simple jarra, sino una invitación a redescubrir la importancia de la hidratación con elegancia y propósito.
Vivimos rodeados de estímulos, y a veces olvidamos que el bienestar también se construye en los detalles más sencillos. Cada vez que lleno mi vaso de agua filtrada con BRITA, tengo la sensación de que esa pausa es, de algún modo, un gesto de equilibrio: una forma discreta de cuidar del cuerpo, del planeta y, por qué no, del propio gusto estético.
La BRITA Style Essential ya está disponible en tiendas y en la web de la marca, y se ha convertido en una de esas piezas que uno no solo usa, sino que disfruta tener a la vista. Porque en el fondo, la sostenibilidad también puede ser una cuestión de estilo.