Da igual que tardase cuatro días en enviar el Ejército a Valencia o que rechazase la ayuda internacional tanto de bomberos como de Fuerzas Armadas de terceros países aliados. Da igual que su política ‘ecolojeta’ haya pasado por demoler presas y prohibir la limpieza de bosques y la orilla de los ríos, y por descontado, qué importa que no cerrase el Congreso de los Diputados y priorizase (¡sólo faltaba!) el asalto pirata a RTVE mientras decenas de españoles morían ahogados sin el humano y debido auxilio.
Y da igual porque los socialistas sabían, en ese iniciático momento, que todo iba a terminar como ha terminado. Como acabó la campaña contra Camps, como acabó contra Rita. Así tenían perfecto conocimiento que culminaría el linchamiento a Mazón (con la desestabilización institucional, con la dimisión, con su cabeza y su persona como chivo expiatorio único); esto, más allá de las actuaciones, reacciones, decisiones y omisiones inaceptables del presidente de gobierno de todos los valencianos.
No. No es que como se asume por cierto segmento de la población los socialistas sean auténticos maestros en el arte de la propaganda o diseñen magistrales operaciones contra sus oponentes. Este latiguillo forma parte precisamente del complejo de inferioridad -también en el plano narrativo- que asumen como botarates ciertos segmentos de la ‘derecha’.
La realidad es que es esa ‘derecha’ la que comparece con líderes a los que una y otra vez les falta coraje (¡por no decir luces!) para defender a los suyos, a los que les faltan agallas para emprenderla contra sus adversarios políticos depurando hasta la última de sus responsabilidades… el caso de ‘este PP’ es el caso de ‘otros PP’s’, y, en su conjunto, es la causa de por qué cuatro desgarramantas, sea cual sea el momento del PSOE, llevan a la derecha a la lona aplicando la ley del mínimo esfuerzo.
Es grotesco, resulta simplemente esperpéntico. Se acribilla a Mazón por parte de quienes fueron obligados por la narrativa progre… a aplaudir al propio Sánchez. Diluyeron las responsabilidades del presidente del gobierno de España y han terminado por lapidar (con todas las actuaciones, reacciones, decisiones y omisiones inaceptables) a uno de los suyos.
¿Todavía se pregunta esa ‘derecha’ cómo es posible que el PSOE aguante el tirón en territorios como la Comunidad Valenciana mientras VOX amenaza con montarse sobre la chepa de esa ‘derecha’ tan acomplejada y timorata, tan retraída y apocada, tan alejada de su buena brújula? El ‘caso Mazón’ es apenas un síntoma. El problema de esa ‘derecha’ es más amplio. Más grave. Y, hoy por hoy, irresoluble.