En lo que va de 2025, hasta julio, se han gestionado 752.178 toneladas, con un crecimiento sostenido del 5,7 % interanual, impulsado por el comercio internacional, el auge del e-commerce y la necesidad de entregas rápidas y fiables. Detrás de cada cifra hay historias de empresas españolas que envían desde productos farmacéuticos hasta tecnología de alto valor, conectando continentes y mercados.
Un sector que mueve valor
Más allá de toneladas, el transporte aéreo genera valor económico tangible. Los sectores de alta gama, como farmacéutica, tecnología y moda, han visto un incremento del 9 % en valor por tonelada, demostrando que la carga aérea no es solo logística, sino una herramienta estratégica de competitividad.
El Gobierno de España ha destinado 13.000 millones de euros a modernizar la red aeroportuaria hasta 2031, abriendo oportunidades para operadores privados, fondos de inversión y desarrolladores de infraestructuras que busquen estar en la primera línea de un mercado en expansión.
Retos que exigen visión
El crecimiento no viene sin desafíos: la capacidad de aeropuertos secundarios es limitada, los costes operativos siguen siendo altos y la transición hacia operaciones más sostenibles exige inversión continua. Sin embargo, quienes sepan anticipar estas necesidades encontrarán oportunidades sólidas y rentables.
Mirando hacia adelante
Según HEKA 3 PARTNERS Y ASOCIADOS, si se mantiene el ritmo actual, España podría superar 1,5 millones de toneladas anuales antes de 2027, con un crecimiento anual compuesto del 6-7 %. La contribución directa al PIB del sector superará los 2.500 millones de euros, sin contar los efectos indirectos sobre logística, comercio exterior y tecnología.
En definitiva, la carga aérea española se consolida como un hub estratégico y una oportunidad tangible de inversión. Detrás de los números hay talento, innovación y visión: elementos que hacen del sector una historia que vale la pena contar y seguir.