Fundado en 2013, este espacio se ha convertido en un destino imprescindible para todos aquellos amantes de la gastronomía asiática. Zhang, su artífice, considerado por muchos el maestro indiscutible del dim sum en Madrid, transforma cada receta en un pequeño relato, donde los ingredientes frescos, las técnicas contemporáneas y los guiños creativos conviven con absoluta naturalidad, dando forma a un impecable recetario que nos traslada directamente a su China natal a través del paladar.
Nada más llegar, el bonito restaurante nos sorprende con una entrada luminosa presidida por una barra con mesas altas y taburetes, que conecta con una sala amplia, casi diáfana, distribuida en varios ambientes que se complementan entre sí. La decoración, inspirada en los propios platos del chef, combina un azul verdoso de fondo con alegres colores que van muy en sintonía con la personalidad de su cocina.
En Soy Kitchen, cada sabor se convierte en un bonito relato, porque aquí cada plato parece tener voz propia. Su carta, está compuesta por un seductor recetario que se presenta siempre con dramatismo y elegancia. Una formidable puesta en escena en la que Zhang combina la tradición china con un lenguaje culinario contemporáneo.
Pero si hay un plato que destaca en Soy Kitchen son sus famosísimos dim sum que se han convertido en el buque insignia de la casa. El xiaomae de carrillera con salsa de trufa o la gyoza de rabo de toro con emulsión de kimchi y leche de coco, son pequeños bocados de autor que condensan el alma del proyecto, mostrando un profundo respeto por el producto, grandes dosis de creatividad y un impecable dominio de la técnica.
Nuestra velada en Soy Kitchen comenzó con un original aperitivo crema de berenjena china, con leche de coco y albahaca tailandesa, al que solo le pudimos poner una pega, y es que sabe a poco. Una pequeña delicia, que nos condujo a una reconfortante sopa agripicante de rabo de toro y boletus que resulta ideal para entonar el cuerpo y animar el alma durante los fríos días de noviembre.
Continuamos con unos sabrosísimos mejillones a la hongkonesa que elaboran con cebolla pochada, jengibre y chile rojo, que nos enamoraron desde el primer bocado con un ligero toque de wasabi que funciona a la perfección. Sin embargo, el espectáculo llegó a continuación con el llamativo tuétano de ternera que preparan con calabaza china, coliflor, hinojo y pimienta de Sichuan y que va acompañado de unos irresistibles mantous, unos riquísimos panes fermentados y fritos, para que untemos el tuétano y lo disfrutemos sin remordimientos.
De los famosísimos dim sum de Soy Kitchen, en esta ocasión, probamos los de gamba blanca que van coronados con velo de papada Joselito y crema de cabeza de carabineros. Una impresionante explosión de sabor en boca que genera adicción, al igual que el sensacional muslo de pato a baja temperatura que sirven acompañado con su caldo original y crepes caseros con pepino, nabo y cebollino. Una delicia en toda regla que desembocó en un magnífico chocolate relleno de piña asada, pimienta y helado de lichi que se convierte siempre en el broche final perfecto de la velada.
Soy Kitchen es técnica y sabor, pero también es compromiso. Un encantador restaurante que apuesta siempre por la calidad de las materias primas y que promueve una cocina sostenible que se adapta a las nuevas tendencias sin perder su esencia. Por eso, visitar Soy Kitchen se convierte siempre en un inolvidable viaje sensorial que trasciende lo puramente gastronómico. Nada mejor que dejarse llevar por la creatividad de su chef, que entiende la cocina como un espacio de libertad. Una formidable experiencia que se disfruta de principio a fin, mientras nos cautiva con unas impecables elaboraciones que jamás defraudan.
¿Estáis preparados para adentraros en la esencia de Soy Kitchen?
Soy Kitchen
Dirección: Calle de Zurbano 59
28010 Madrid
Teléfono: 91 319 25 51
Web: https://soykitchen.es/
Ticket Medio: 60€