La cubierta de la plaza de toros de Las Ventas se desplomó justo cuando el Comité calificador de los JJ.OO. iba a visitarla.
LA DECISIÓN, EL 7 DE SEPTIEMBRE
Una deuda como la que ha llevado a Detroit a la suspensión de pagos, corrupción política y casos como el de la cubierta de Las Ventas o el muchísimo más grave de 5 fallecidos en el Madrid Arena alejan la ilusión
Fernando Ruiz | Martes 21 de octubre de 2014
Madrid necesita y merece ser Sede Olímpica para organizar los Juegos del 2020. Enlazar Madrid con tal organización podría suponer un impulso definitivo para la recuperación de la urbe, pero a la vez, supondría la creación de alrededor de 200.000 puestos de trabajo entre directos e indirectos y un impacto de casi un 1% sobre el PIB nacional, con inversiones y gastos en el país por encima de los 15 mil millones de euros. Si embargo, y pese a los denodados esfuerzos de la Corporación municipal al unísono, aún planean sombras de dificultades casi insalvables para lograr que Madrid sea Sede Olímpica. Aquí enumeramos las que los “jueces” tendrán en cuenta durante su próxima sesión de septiembre.
1. Madrid Arena: El impacto negativo que ha tenido sobre los miembros del Comité Olímpico el desgraciado accidente del Madrid Arena durante las pasadas celebraciones del Halloween de Noviembre de 2012, que costaron la vida a cinco personas, planea aún sobre las mentes de los calificadores. El hecho en sí tiene dos repercusiones graves: primero, que el accidente se produce no en una instalación municipal cualquiera, sino en una de las instalaciones incluidas en el catálogo de la Sede Olímpica. En segundo lugar, cuestiona las ligeras medidas que, no solo el Ayuntamiento de Madrid sino la Administración española en general, aplica sobre grandes eventos y masivas convocatorias. El Comité Internacional califica de manera integral el funcionamiento de un Estado para la organización de unos Juegos Olímpicos, y el caso del Madrid Arena pone en debate la realidad sobre la adopción de medidas de seguridad en España.
2. Caída de la cubierta de Las Ventas: Una de las instalaciones emblemáticas era la Plaza de Toros de las Ventas, sobre la que se estaba realizando una discutida cubierta que se desplomó justo los días previos a la visita de una de las Comisiones de Calificadores. La visita a las Ventas ya cubierta estaba incluida en la Agenda Oficial, pero tuvo que ser suspendida. ¿Motivo? La cubierta se ha desplomado. Esto ha quedado ya anotado en las actas de las comisiones de trabajo. También se ha cuestionado que la plaza de toros de Las Ventas es un edificio histórico-artístico y que la intervención arquitectónica de la cubierta no ofrece seguridad porque no puede levantarse como en un edificio moderno: no puede tocar la estructura antigua. Ese fue el motivo por el cual la cubierta provisional –destinada solo a la visita técnica del Comité Olímpico-, se desplomó, pues la estructura no fue “soldada” a la vieja estructura de la plaza.
3. El Retiro: Otra de las instalaciones “arriesgadas” que planea Madrid 2020 es la de “levantar” un edificio provisional sobre el Estanque del Retiro, que albergaría las competiciones de vóley-playa. Esta futura instalación, aún no construida y que se pretende desmontar a la finalización de los Juegos, tampoco ofrecería seguridad a la vista de los calificadores, dado que las salidas de emergencia tendrían que disponerse sobre unas pasarelas provisionales sobre el mismo estanque, que rodearía todo el edificio como un foso: solo podría evacuarse por esas pasarelas y por ningún otro lugar. Es posible que la pretensión de la alcaldesa Ana Botella de incluir este “foso” en el catálogo de sedes olímpicas “se caiga” de la lista, pues tampoco se ha previsto el coste presupuestario de la citada instalación, aún inexistente.
4. Deuda Municipal: El Ayuntamiento de Madrid tiene contraída una deuda de unos 7.500 millones de euros, justo la mitad de la que ha llevado a Detroit a la suspensión de pagos. Si bien todo el mundo coincide –incluido el Comité calificador de los JJ.OO.- en estimar que para la sede de los Juegos Olímpicos la organización de los mismos es un motor económico y financiero, la débil situación económico-financiera del Ayuntamiento de Madrid desaconsejaría la organización de los mismos, pues no podría hacer frente a imprevistos ni correr con los gastos extraordinarios que pueda suponer. Botella y su equipo fían al futuro de dentro de siete años la solución al problema de la crisis: “de aquí al 2020 la crisis ya se habrá resuelto”, es el argumento más facilón. Sin embargo, la deuda municipal crece a un ritmo anual de un 17% y no hay quien la pare. La villa olímpica, que debería comenzar a construirse en verano de de 2015, justo dentro de un año, había de costar 963 millones de euros que deben ser sufragados por el Ayuntamiento de Madrid, que carece de margen económico para operaciones de la citada envergadura.
5. Sedes de la “competencia”: De las seis ciudades candidatas que salieron el 2 de septiembre de 2011, hoy solo quedan tres: Madrid, Estambul y Tokio. Bakú, Doha y Roma se “cayeron” por no cumplir algunos de los requisitos. Madrid ha hecho lo indecible para salvar ese primer escollo. Estambul parece que se ha quitado sola por los problemas sociales y económicos que padece el país, y nada parece indicar que el Comité se decida por una ciudad que albergue no solo la organización de los Juegos Olímpicos, sino un sinfín de problemas. La sede predecesora sería Río de Janeiro, un empujón importante para América Latina, pero los Juegos de 2012 se celebraron en Londres, y los de 2004 en Atenas, por lo que no parece muy probable que el Comité se decida por calificar una nueva sede europea. Japón, y más concretamente Tokio, albergó los Juegos Olímpicos de 1964, pero España, y más concretamente Barcelona, albergó los de 1992, un espacio demasiado corto para poder hacerse con el “pódium” de una nueva organización.
6. Corrupción: Los nuevos casos de presunta corrupción política -sobre todo los instalados en el partido del Gobierno- que se investigan en sede judicial en nuestro país, pero que han tenido conexiones con sedes judiciales de Suiza, Andorra y otros países, alejan la proyección de España como un país de “costes razonables” para organizar un evento de este tipo.