Análisis y Opinión

Europa no puede seguir sin eurobonos

ANALISIS

Juan Antonio Zuriarrain | Martes 21 de octubre de 2014
No es justo que los estados miembros del euro pierdan toda capacidad de diseñar una política económica, bien sea de tipo de cambio, de tipos de interés, de masa monetaria en circulación o de ingresos y gastos, sin tener la contrapartida de una financiación más estable y a mejores precios para los Países más débiles de la Unión Monetaria, y este beneficio lo proporciona el “Eurobono”.




Desde que se desató la crisis de deuda, llevo clamando en el desierto que la única salida posible a la crisis es la implantación de los Eurobonos, por supuesto ni los Gobiernos de Zapatero ni de Rajoy han osado presentar esa propuesta no fuese que fueran a encolerizar a la canciller alemana y les contentase con una represalia. Con gran alegría leo estos días que el Economista jefe del Fondo Monetario Internacional Olivier Blanchard aboga en el diario Financial Times Deutschland por que ha llegado la hora para Alemania de su aceptación una vez firmados los acuerdos que limitan al 0,5% del PIB el límite de déficit en Europa.

No solo es el FMI, sino que ayer leía a al candidato socialista a la Presidencia de Francia Hollande hablar de la implantación urgente del Eurobono, y si el socialista vence en segunda vuelta, parece que la Financiación europea será un hecho y ya solo será cuestión de aplicarlo lo antes posible.

Siempre he defendido que la salida de la crisis es más Europa, y los eurobonos es el último reducto para completar la política económica común. En su día aceptamos la moneda única, el euro, con la pérdida para todos los Países de dicha moneda de la capacidad de usar el tipo de cambio como política económica nacional. Después se otorgó al Banco Central Europeo las políticas de fijar los intereses del Banco Central y la masa monetaria en circulación, y el banco europeo ha actuado con independencia en estos menesteres de los Estados integrantes en la moneda única. La política fiscal ha pasado a la supervisión directa y marcada por los Objetivos de la Comisión Europea, de esta forma hemos llegado a marcar políticas de reducción déficit, además de una armonización fiscal más o menos homogénea.

No es justo que los estados miembros del euro pierdan toda capacidad de diseñar una política económica, bien sea de tipo de cambio, de tipos de interés, de masa monetaria en circulación o de ingresos y gastos, sin tener la contrapartida de una financiación más estable y a mejores precios para los Países más débiles de la Unión Monetaria, y este beneficio lo proporciona el “Eurobono”, además con ello se culminaría el proceso de tener una política económica común para los Países integrantes de la zona euro.

Para Italia y para España significaría una reducción de tipos y de interés y por tanto de déficit público por el abaratamiento de los intereses de la deuda pública, que alcanzaría el 3% de sus respectivos PIB, incluso para Italia pudiese ser mayor al tener más deuda pública superior en valores relativos a la nuestra. La importancia es vital no solo para España e Italia, además los Países intervenidos como Portugal e Irlanda saldrían mucho más beneficiados e incluso Bélgica y Francia aliviarían sus déficits. Hemos comprobado el esfuerzo que hay que hacer para bajar casi tres puntos en el déficit (subidas de impuestos, copago farmacéutico, reducción de becas, pérdida de puestos de trabajo, congelación de pensiones, reducida de salarios a los empleados público, etc.), pues con el Eurobono España conseguiría tanto como el sacrificio mencionado.

Alemania ha tenido su parte de razón en irse oponiendo a su implantación, porque no había control del déficit y tampoco voluntad política de algunos Países miembros de reducir su gasto público, y no iba a ser Alemania la que soportara un coste mayor de su Deuda por beneficiar a los demás. Pero una vez puestas las normas que acoten los déficits y la voluntad de todos de continuar en ello, con un control severo de la Comisión Europea, ha llegado ese momento de la Deuda común, pues no olvidemos que Alemania es la gran beneficiada del Euro, y seguirá siéndolo, así que el eurobonos pasará a tener un coste para ellos, pero no pueden estar financiándose gratis a coste de los demás y encima ser el País que se beneficia vía exportaciones y oferta industrial al resto.

Cerremos pues éste capítulo de la unión monetaria con el elemento que falta y continuemos con la construcción de Europa a los ritmos más rápidos posibles, a la puerta nos esperan la defensa común y las relaciones exteriores comunes, que sin duda crearán más Europa y nos reducirán nuestros costes y aumentarán nuestra competitividad.

(*)Juan Antonio Zuriarrain es economista.