Análisis y Opinión

Libia y la democracia pre Gadafi

El Coronel libio Muammar el Gadafi durante las fechas del derrocamiento del rey Idris I de Libia, en 1969.

EL CAOS POLÍTICO IMPERA EN EL PAÍS DEL DESIERTO

Por Salvador Borafull

Martes 21 de octubre de 2014
(#libia)
Al triunfar la insurrección libia en 2011, tras la decisiva intervención de la OTAN y asesinato de Muammar el-Gadafi, la prensa occidental jaleó el retorno de Libia a la democracia, tras cuarenta y dos años sin elecciones democráticas. El régimen anterior distaba mucho de ser una democracia, pero era una ficción de democracia, lo que complacía sobremanera a las potencias occidentales, especialmente Gran Bretaña, que ejercía una acción paternalista sobre el país y EEUU que tenía allí la base militar de Wheelus, la mayor fuera de su territorio nacional. Tras la derrota del Eje, en la segunda guerra mundial, Libia estuvo bajo la administración militar británica hasta acceder a su independencia en 1951.


El país había sido devastado por la guerra, un 96 por ciento de la población era analfabeta , la alimentación básica consistía en te y dátiles, la fuente principal de riqueza era la recogida de chatarra de los tanques destrozados en la guerra, y era uno de los países más pobres del mundo. Los ingleses colocaron a Mohammed Idris al-Senussi (de ascendencia argelina) como monarca, en un régimen teocrático. La actividad política del rey nunca fue conspicua. El autor sólo lo vio una vez y al andar se apoyaba en un tosco cayado de madera. Una de sus pocas salidas al extranjero fue su visita a España, en octubre de 1953, dentro del programa del general Franco para atraerse a líderes árabes.

El gobierno era nombrado directamente por el rey, entre miembros destacados de las distintas tribus (قـبـيلـﺎﺕ) y de una reducida oligarquía. La Asamblea Nacional era un órgano más bien decorativo. Al principio, el hombre fuerte era Ibrahim al-Shalhi , favorito del rey, que fue asesinado en 1954, por un celoso miembro de la familia real. Posteriormente, el mandamás fue el coronel Bugetín, Jefe de la Policía, con vocación de dictador pro occidental. Inesperadamente, un ataque cardíaco puso fin a sus aspiraciones. El único heredero del trono, sobrino del rey , el príncipe Hassan al-Rida, de aspecto efeboide, parecía poco interesado por la política , creándose así un vacío de poder. Los primeros ministros se sucedieron sin pena ni gloria y en dieciocho años de monarquía se formaron once gabinetes ministeriales con treinta y dos reajustes y más de cien ministros.

Salvo en limitadas épocas de excepción, en que estuvieron prohibidos , los partidos políticos estaban tolerados pero rígidamente controlados . Sus nombres eran muy poco distintivos, y lo mismo los de sus dirigentes por lo que se les conocía por un color (sin significado político alguno). En el arco iris sobraban colores para los pocos partidos existentes: el amarillo, el verde, el azul, y pocos más. En las elecciones generales, circulaban por las calles de las ciudades a marcha lenta unos cochecillos, en su mayoría destartalados, encima de los cuales se había sujetado una caja de cartón, forrada con papel de color (amarillo, verde, etc.) y un atronador altavoz que pregonaba: Vota al sunduq amarillo… al verde…. etc. Éste era el principal y casi único mensaje electoral. Desbrozando la morralla mística y patriotera, sus idearios políticos apenas se diferenciaban entre sí.

Era como comparar una gota de agua con otra gota de agua. En resumen, se concretaban en lo siguiente. Libia es un país islámico. Las leyes civiles deben inspirarse en la ley coránica. Se tolerarán otras religiones a los ciudadanos extranjeros residentes en Libia (referencia encubierta a los italianos y técnicos extranjeros). El régimen político es la monarquía hereditaria, con la autoridad suprema e indiscutible del rey Idris. Libia pertenece al campo occidental de naciones siendo un aliado indiscutible de EEUU y Gran Bretaña. Otro postulado chocaba con éste: Libia no reconoce a Israel y apoya el derecho de los palestinos a un estado independiente. Esto se daba de bofetadas con el principio de inquebrantable fidelidad a los EEUU, gran promotor y defensor de Israel, pero esta contradicción no parecía preocupar mucho a los votantes. Todos los libios tienen derecho a la educación, sin discriminación por sexo.

Esto chocaba con el machismo secular, en el que muchos padres prohibían a sus hijas ir a la escuela . Un tema que se soslayaba era el de la esclavitud, aunque minoritaria, era prevalente en el país, especialmente en esclavos domésticos y adscritos a la propiedad de la tierra. Una publicación oficial (Al Hady Al-Islamy) escribía: La esclavitud es institución grata a Allah (sic) y se lamentaba de que los occidentales, en su ignorancia, son incapaces de apreciar su grandeza (sic). En cuanto a su relación con el gobierno, su posición era clara: los partidos políticos no deben constituir oposición, sino que deben contribuir positivamente al gobierno de la nación. Es decir “amarillismo”, en este caso con sentido político. En cuanto al tema de la mujer libia, que vivía en una estricta situación de en casita y con la pata quebrada, estaba totalmente ausente de los programas electorales. Cuando tenía que salir a la calle lo hacía envuelta en una especie de sábana negra, con un solo orificio para que viera con un solo ojo.

Esta prenda lúgubre y humillante se llamaba baracano. Así se llegó a una ficción de democracia que entusiasmaba a las potencias occidentales, que la elogiaban como modélica. Con el descubrimiento de grandes reservas de petróleo en 1959, y su subsiguiente explotación en los años siguientes, el país entró en una época de gran expansión económica, no acompañada por estabilidad política. El régimen de Gadafi llenó este vacío político, hasta la sublevación de 2011, alentada y apoyada militarmente por los occidentales a quienes, especialmente a EEUU, les salió el tiro por la culata. En vez de un gobierno domesticable, el caos reina ahora en el país, donde imperan las bandas armadas incontroladas e incontrolables y las elecciones dieron el poder a los fundamentalistas anti occidentales. Miembros de uno de sus grupos, los salafistas, asesinaron en Bengasi al Embajador de EEUU y un líder fundamentalista libio (Abu Anas el-Libi) organizó la matanza del Centro Comercial de Nairobi (Kenia). Amarga victoria.
  • Salvador Bofarull Planas fue funcionario internacional, asesor del Plan de Desarrollo de Libia en los años 1963 y 1964.
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1. Funcionario internacional, asesor del Plan de Desarrollo de Libia en los años 1963 y 1964.

2. Aparte de su acción positiva en el campo de la educación, Gran Bretaña respaldaba la moneda libia (Libra) con la británica, que se cotizaba a la par. Al mismo tiempo, mantenía dos bases militares tras la independencia.

3. Informe de la UNESCO. 1952.

4. Con cierto humor negro se designaba al país como un gran sandbox (una gran caja de arena) lo cual representa el extenso desierto que cubre la casi totalidad del país pero también, el mismo término indica el cajón o bandeja con arena que las casas norteamericanas tienen para que los gatos hagan allí su necesidades.

5. Por ello, los españoles residentes allí le apodaron “el Rey Pastor”, rememorando un famoso matemático así apellidado.

6. Se decía que era un esclavo liberado. Gunther, John, Inside Africa. Hamish Hamilton. 1955. P.170.

7. Idris se casó repetidas veces desde su tierna infancia (8años), pero todas sus sucesivas esposas fueron estériles, salvo la última que protagonizó varios embarazos sucesivos, todos ellos frustrados, terminando en abortos.

8. Así lo había manifestado repetidas veces en privado. Se le sacó el mote de “El hombre sin sombra”.

9. El primero fue Mahmud Muntassir, seguido por Mohammed Sakizi, Mustafa ben Halim, y por ocho más. Muchos de ellos lo fueron por poco tiempo. La mayoría eran hombres de escasa cultura, procedentes de familias o clanes poderosos, pero se rodeaban de gabinetes de tecnócratas jóvenes, formados precipitadamente en el extranjero, lo que salvaba la situación.

10. Wright, John, A History of Libya, Columbia University Press, 2011, p.178.

11. En 1952. Wright, John, ibid. P.180. Pero fueron restablecidos pasado un tiempo y participaron en las últimas elecciones legislativas en 1964.

12. El partido comunista, الليبي‎ الشيوعي حزب, muy minoritario, clandestino, fue fundado en época colonial italiana, principalmente por comunistas italianos. Uno de sus primeros líderes fue Bashir Badawi, curiosamente exiliado en Arabia Saudí, país fuertemente anti comunista. Junto a los demás partidos fue prohibido por Gadafi en 1972, al establecer un sistema de “Democracia directa”.

13. Los apellidos todavía no estaban plenamente consolidados y, por ejemplo, la Guía Telefónica estaba ordenada por el primer nombre, así en ella había miles de Mohammed, de Alí, de Mustafá, etc.

14. Sunduq (صندوق ) significa caja, cajón, maleta, baúl… y también urna electoral.

15. Wright, John, durante esta época editó en Trípoli un semanario en inglés, el Sunday Ghibly. Casi todas las semanas publicaba noticias tales como: Niña suicidada porque sus padres le impedían asistir al colegio. Por otra parte, los colegios estaban fuertemente segregados: colegios de niños, colegios de niñas.

16. Al ver por un solo ojo en vez de dos, no se tenía noción de la perspectiva ni de la velocidad, por lo que el autor tuvo ocasión de presenciar, demasiadas veces, a mujeres espachurradas en plena vía pública al ser atropelladas por vehículos que no pudieron ver a tiempo, por su limitada visión.