José Luis Barceló es Editor-Director de El Mundo Financiero.
VENTANA INDISCRETA
Por José Luis Barceló (Editor-Director de www.elmundofinanciero.com)
José Luis Barceló Mezquita | Martes 21 de octubre de 2014
La esterilidad de los debates electorales llega hasta la extenuación, no ya de los candidatos que se recorren un país en busca del último de los posibles votos, sino de los sufridos ciudadanos que deben traducir el lenguaje simplista de las maquinarias electorales en tendencias de voto que resuman sus propios intereses y convicciones. Comprobar que la campaña se limita a algunas trazas de dos o tres asuntos equivocados que surgen fortuitamente durante la campaña entre los principales candidatos supone despreciar o ignorar al resto de los candidatos que integran una lista electoral y que, a buen seguro, saldrán elegidos. De un tiempo a esta parte se ha apercibido un creciente desinterés de los ciudadanos por los políticos y estas Elecciones al Parlamento Europeo 2014 van a convertirse en un claro detector de tal afirmación, aunque también se ha detectado que los que acudirán a votar lo harán mayoritariamente por un PP que se encuentra en sus horas más bajas.
Salvo algunos iniciados o aquel que se haya molestado, ¿Quién conoce alguno de los candidatos que secundan a Miguel Arias Cañete en la lista del Partido Popular? ¿Podría decirnos, amable lector, el nombre de las personas que siguen en la lista del PSOE a Elena Valenciano y que serán elegidas junto a ella?
Sorprende que en un debate electoral que tiene mucho que ver con Europa y poco con España no hayan surgido propuestas en torno a la crisis de Ucrania, asunto que todo el mundo elude. ¿Qué haremos? ¿Insistiremos en querer integrar en la UE lo que quede de Ucrania después del festín ruso? O, más bien ¿nos lanzaremos en los brazos de Putin para que no desconecte el gas? ¿Emularemos el despreciable papel que la UE hizo durante la Guerra de Yugoslavia o nos arrepentiremos y trataremos de reforzar un criterio único de la UE frente a tamaño problema? Ningún partido político ha querido afrontarlo. Ningún candidato muestra su opinión al respecto.
Hubo hace unos meses un contencioso con el Reino Unido con relación a Gibraltar que nadie parece recordar, si siquiera el PSOE para recordárselo al PP. ¿Será que nos hemos hecho de pronto amigos de los ingleses? ¿Dónde está aquel problema tan gigantesco que tenía en pie de guerra al Gobierno, mientras se destruían empleos.
Uno termina por no creer nada de lo que dicen los políticos, sobre todo, los políticos profesionales, que suelen sacar problemas que no existen como si fueran los guiñoles que llaman la atención de los niños.
He podido detectar, sin embargo, un fenómeno curioso desde el punto de vista de la sociología política, y es el miedo que existe a votar “fuera del PP”. Existe un voluminoso número de personas a las que he consultado sobre su intención como votante y pocas se despegan del guión: votarán al PP pese a haber perdido su trabajo bajo el mandato de Rajoy. O pese a que les hayan recortado prestaciones, o aunque se les haya acabado el subsidio. No importa que sea el nuevo taxista autónomo que antes trabajaba en un taller con sueldo fijo. Votará al PP porque no sabe a quién votar, y cualquier cosa fuera de esta formación que gobierna, le ofrece mucho temor con relación al futuro.
Queda poco para reflexionar, pero muchas personas ni siquiera van a reflexionar sobre lo que harán el domingo: hay mucho miedo fuera del voto del PP.