2 DE CADA 10 EMPRESAS ESPAÑOLAS REVISA SUS RIESGOS FISCALES
· También un 71% preferiría una fiscalidad internacional más clara, transparente y coordinada aunque esto supusiera menos oportunidades de ahorrar en impuestos transfronterizos
Redacción | Martes 13 de octubre de 2015
El 71% de los directivos de empresas españolas medianas y grandes encuestados por Grant Thornton, apoyaría que el Gobierno tomara medidas para contrarrestar la pérdida de recaudación fiscal que suponen las prácticas de erosión de la base fiscal y traslado de beneficios (BEPS, en sus siglas en inglés). Este porcentaje supera la media de la eurozona, situada en el 60% y coincide con la media global del estudio, basado en 2.580 entrevistas a altos directivos en 35 economías de todo el mundo. Nuestros empresarios se decantan por la opción unilateral a pocos días de que la OCDE presente ante el G20 sus recomendaciones finales para atajar este tipo de planificación fiscal agresiva, puesto que son escépticos ante la posibilidad de que se consiga el consenso global necesario para sacarlas adelante, algo que sólo cree probable un 25% de los encuestados en España (27% de media en la eurozona).
Algunos gobiernos europeos, como el británico, ya han puesto en marcha medidas unilaterales para corregir estas prácticas, que incluyen el traslado de los beneficios obtenidos en un país a otros con una menor carga fiscal y que han puesto a algunas multinacionales en el foco mediático en un momento de especial dificultad para las finanzas públicas del continente.
Las empresas son partidarias de cambiar el sistema tributario actual
En opinión de Eduardo Cosmen, socio director de en Grant Thornton, “la posición de las empresas españolas y europeas refleja el hartazgo ante un sistema tributario internacional confuso, muy complejo, no armonizado y poco transparente. Las empresas responden ante sus accionistas del control de sus costes, incluidos los fiscales, pero estas prácticas agresivas, aunque legales en muchos casos, suponen un agravio comparativo, no sólo para la sociedad en general, sino también para aquellas empresas que asumen importantes costes en sus transacciones transfronterizas al no contar con los recursos de ingeniería fiscal de las grandes multinacionales”.
De hecho un 71% de empresas en España (un 70% de media en la eurozona) estaría dispuesto a renunciar a algunas oportunidades de reducir la carga fiscal transfronteriza a cambio de una mayor coordinación, claridad y transparencia en la fiscalidad internacional y particularmente en cuanto a lo que se considera aceptable o inaceptable en planificación fiscal.
“La mayoría de las empresas, incluidas las multinacionales, preferirían un sistema fiscal internacional más claro, armonizado y adaptado a las realidades de una economía globalizada y digital. Las recomendaciones de la OCDE y el G20 sobre BEPS, aunque muy rigurosas, representan un buen punto de partida para conseguirlo. Sin embargo, su desarrollo depende del acuerdo entre estados con intereses divergentes: mientras unos buscan frenar la erosión de sus ingresos tributarios otros compiten por atraer a las grandes empresas con condiciones fiscales favorables”, comenta Cosmen.
Muy pocas empresas españolas revisan sus riesgos fiscales
Por último el estudio de Grant Thornton concluye que, pese al creciente escrutinio nacional e internacional sobre las prácticas tributarias de las empresas, sólo un 21% de las compañías españolas han revisado sus riesgos fiscales en los últimos tiempos. Un porcentaje que se sitúa notablemente por debajo de la media europea del 33%.
Para Eduardo Cosmen, “es un error pensar que el riesgo económico y reputacional que conlleva la fiscalidad afecta sólo a gigantes como Starbucks, Amazon o Google. Existe un clima social de indignación ante estos casos al que los gobiernos están respondiendo con un endurecimiento de la regulación, los criterios y la vigilancia… y las compañías del mid market no son inmunes a ello.”
“En un momento en el que muchas de nuestras empresas están emprendiendo su internacionalización e incorporación a la economía digital, el análisis del riesgo fiscal resulta imprescindible. Sus responsables deberían pasar a la acción empezando por hacerse una pregunta incomoda: ¿si nuestros clientes, nuestros “partners” o los medios, nos preguntaran sobre nuestras prácticas fiscales, podríamos darles una respuesta satisfactoria?”, concluye Cosmen.
Características del estudio
Este informe es parte del International Business Report (IBR), estudio que Grant Thornton realiza desde 1992 para conocer las tendencias, percepciones, decisiones y expectativas de las empresas de cara al corto y medio plazo. Los 35 países incluidos en el estudio representan más del 80% de la economía mundial. Por esto, a lo largo de sus 22 años, el IBR ha demostrado ser un barómetro que permite prever los cambios y tendencias de la economía mundial y los mercados locales a medio plazo.
· Universo: Empresas de todos los sectores económicos, de tamaño medio-grande (en el caso de España entre 100 y 500 empleados).
· Muestra: Más de 10.000 entrevistas anuales a la alta dirección: Presidente, CEO, Director General, u otro alto directivo. 400 de ellas en España.
· Trabajo de campo: Entrevistas telefónicas trimestrales realizadas en España por Análisis e Investigación y coordinadas mundialmente por Millward Brown.
Los resultados del IBR pueden consultarse en línea mediante la IBR data visualisation tool. Grant Thornton en España proporciona a las empresas servicios de auditoría, consultoría y asesoramiento fiscal, legal y financiero. Grant Thornton es una de las organizaciones mundiales líderes en servicios profesionales y está presente en 130 países. Los 40.000 profesionales de Grant Thornton en todo el mundo proporcionan un asesoramiento práctico y con valor añadido para ayudar a las empresas dinámicas –ya sean cotizadas, multinacionales o familiares– a hacer frente a los desafíos y retos de su negocio y liberar su potencial de crecimiento.