Esta escueta y superficial definición responde a la falta de palabras que sufre cada espectador cuando después de aplaudir y de ponerse en pie ante el magnífico elenco de bailarines que integran la obra, pretende no desvelar ni el más mínimo detalle con el objetivo de que el resto del público pueda deleitarse y conocer la historia de primera mano.
La primera bailarina, sublime. Su interpretación como 'cisne negro', su maliciosa mirada, sus movimientos calculados hasta el mínimo detalle así como su rigurosa técnica destacan aún más si cabe por encima de su papel como la dulce y enamorada Odette. El príncipe Sigfredo aprueba y con nota gracias a su expresión pero uno de los personajes que más ha sorprendido ha sido, sin lugar a dudas, el bufón de la obra quien ha arrancado los mayores aplausos del público.
No es para menos. La recién estrenada versión de 'El lago de los Cisnes' cuenta con un elenco de excepción: los aclamados Maria Poliudova, Radamaría Duminika, Vladimir Statyi y el propio director artístico y coreógrafo, Andrey Batalov. Pero además, la producción de Tatiana Solovieva, dispone de otros elementos que contribuyen a mantener esa tensión que siente el espectador durante los 120 minutos que dura la obra. El impresionante diseño de vestuario, la escenografía, la calidad del sonido así como un teatro que invita sentarse y a disfrutar son algunos de los muchos ingredientes que hacen de esta versión de Chaikovski una obra digna de repetir. La compañía de San Petersburgo interpretará esta 'El lago de los cisnes' hasta el 17 de julio. Pero regresarán el día 26 en el mismo teatro para estrenar 'La Bella Durmiente'.
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