"Muchos países sólo pueden soñar con alcanzar las tasas de crecimiento que tiene China y que podría alcanzar, lo que también se refleja positivamente en las reformas que los estadistas chinos han emprendido", dijo Daniel.
El FMI espera que el desequilibrio interno y externo de China se reduzcan gradualmente debido al envejecimiento de la población y a una red de seguridad social más fuerte. El consumo familiar continuará creciendo frente a los decrecientes ahorros familiares y el mayor ingreso disponible.
El informe también indica que la moneda china, el renminbi, se ajusta ampliamente a los fundamentos, y acogió los avances de China hacia una zona de tipo de cambio que flote efectivamente.
Pese a la perspectiva de corto plazo relativamente benigna, persisten los riesgos bajistas, incluido el rápido crecimiento del crédito y el avance lento de la reforma, agrega el FMI.
Daniel dijo que para reducir la vulnerabilidad, la prioridad política de China es desacelerar el crecimiento del crédito, lo que puede lograrse abordando las causas de raíz: reducidas restricciones presupuestarias a las empresas estatales y a los gobiernos locales, garantías gubernamentales implícitas y el asumir riesgos excesivos en partes del sector financiero.
El informe también dice que las autoridades chinas coinciden en que la deuda corporativa de China ha crecido excesivamente. Pero indicaron que la gran reserva de ahorros domésticos chinos, los amplios topes al sistema bancario y el actual desarrollo del mercado bursátil facilitarán un ajuste sin contratiempos.
Las autoridades chinas esperan que el crecimiento permanezca en el rango de entre 6 y 7 por ciento, lo que es sostenible considerando el potencial para reestructuración, modernización y convergencia en regiones menos desarrolladas.