Tras el periodo vacacional, sucede lo contrario, pues un 47% de las parejas disminuyen sus relaciones sexuales, según una encuesta realizada por Dolce Love, la primera cadena de parafarmacias eróticas de Europa. El 30% de las parejas reconoce que durante los meses estivales practican más sexo, y un 10% incluso experimentan nuevas sensaciones al probar prácticas no hechas hasta el momento. “La climatología, estar de vacaciones, y con mayores posibilidades de salir y relacionarse con otras personas de fuera del entorno cotidiano hace despertar el deseo”, explica Ángeles Gutiérrez, psicóloga, sexóloga y responsable de la empresa.
El estrés, causa directa, aunque el sexo relaje
Volver a la rutina, pensar en hacer frente a las obligaciones diarias y a aquellos problemas aparcados durante el verano son algunas de las causas del porqué se reducen las relaciones sexuales una vez finalizado el verano. El estrés es otra de las razones. Más del 60% de los encuestados dicen que el estrés, provocado por la vuelta al trabajo, afecta a la hora de tener ganas de sexo. Sin embargo, siempre se ha dicho que practicar sexo relaja y reduce el estrés, entonces, ¿Por qué no se hace ahora? “Las mujeres y los hombres tenemos distintos tempos a la hora del sexo y lógicamente influyen los estados de ánimo para esa apetencia, es por ello que aunque el sexo sea bueno para la salud, a veces nos olvidamos qué debemos hacer para tener una vida más plena a nivel general”, afirma Ángeles Gutiérrez.
Los problemas de las parejas cuando hay menos sexo
El 35% de las parejas preguntadas confiesan que la falta de sexo puede alejar a los miembros, hasta el punto de llegar a la separación. Los principales problemas que se producen cuando el sexo pasa a un segundo o tercer plano es la falta de comunicación, de complicidad y de creatividad en la pareja, primero en el terreno sexual y luego de forma general. Ahora bien, el sexo en verano puede verse como un espejismo cuando realmente hay un problema de base en una pareja. Después de las vacaciones, no solamente se reducen las relaciones sexuales, sino que se producen más rupturas al pasar más tiempo juntos. Esto provoca más fricciones porque falta la comunicación y complicidad desde hace mucho tiempo.
Consejos para avivar el sexo
Pensar en positivo y reservar tiempo para la pareja. Son las claves para que el sexo no decaiga cuando se acaba el calor y la pasión. “La llegada del frío también tiene cosas positivas. Uno siente que necesita el calor del otro y aumentan las parejas estables”, afirma Ángeles. Cuando se quiere y hay ganas, siempre se encuentra un hueco para las relaciones. Una cena afrodisiaca, ducharse juntos tras la jornada de trabajo, “ir a una tienda especializada en sexo y experimentar con nuevos juguetes para salir de la rutina de pareja... realmente hay muchas maneras de seguir con las relaciones aunque sean algo menos que en verano. Ángeles recomienda que si el problema persiste es necesario la ayuda de un profesional que sabrá encauzar estas situaciones con talleres, prácticas conjuntas, cursos y otros alicientes.