Para ello, tan sólo deberemos aplicar para el proceso rellenando un extenso formulario en el que se nos solicitarán todos nuestros datos personales (nombre, apellidos, fecha de nacimiento, etc), además de información sobre nuestros padres, domicilio, nuestros datos de pasaporte (este tiene que estar en regla, si no deberemos renovarlo en el edificio estatal conveniente). Se nos harán también algunas preguntas personales, tales como si tenemos ciudadanía en otro país o la tuvimos, cual es el motivo de nuestra visita a Estados Unidos, si padecemos alguna enfermedad o, incluso, si hemos sido detenidos alguna vez. Hay otras más peliagudas incluso, como pueden ser preguntas relacionadas con el terrorismo, delitos graves o si hemos estado en Iraq, Siria etc en los últimos años.
Una vez concluido este paso satisfactoriamente, podremos proceder al pago de este servicio. Una vez hayamos abonado el precio de solicitud del ESTA, tendremos que esperar a que nuestra petición sea aprobada, lo cual suele tardar unas veinticuatro horas (aunque puede prolongarse hasta las 72). En caso afirmativo, ya tendremos nuestro permiso para poder estar en los Estados Unidos de América en periodos de máximo 90 días durante un periodo de dos años (allí deberemos tan sólo rellenar una declaración en la aduana). Se recomienda viajar a los EE.UU en intervalos de tiempo razonables y no abusar de los derechos otorgados a los titulares del ESTA. En el caso de que se realicen múltiples viajes durante largos períodos de tiempo, se podrá transmitir la idea e incluso se nos podrá impedir la entrada, si las autoridades de aduanas detectan en el viajero intenciones de inmigrar ilegalmente a Estados Unidos. En el caso de no ser aceptados mediante este visado, podemos probar con el visado B1 para negocios o el B2 para turismo.
Una vez hayamos obtenido el ESTA, nuestra admisión en EE UU está ligada a nuestro número de pasaporte, por lo que no debemos imprimir ningún documento ni portarlo en todo momento.
En resumen, el ESTA es la opción más cómoda y rápida de conseguir nuestra entrada a los EE UU.