Pues estamos percibiendo, cada día en mayor medida, que los trabajadores no realizan su trabajo con una excelencia debida, precisamente, por la ausencia de alguno de estos factores determinantes o incluso, en algunos casos, de todos.
El Trabajo se debe señalar que se puede dividir para entenderlo y analizarlo adecuadamente, de manera habitual y por lo general, en Funciones , Tareas, Procesos , Métodos y la Labor. Por lo tanto resulta obvio que si al Trabajador no se le dota de todo lo necesario para que pueda realizar su trabajo adecuadamente ; lógicamente en lo relativo a la capacidad mental y también a su propia experiencia vital, no se va a poder incidir es evidente en ello ; va a ser muy difícil que en la pràctica que cualquier trabajador, por lo general, pueda realizar su labor alcanzando la excelencia debida.
Pues sin una adecuada formación y una motivación para ello, lo habitual es que el trabajador no se desenvuelva de una manera, que tenga como objetivo conseguir realizar su labor final, con esa premisa tan importante por ser fundamental, que resulta ser, de una manera indudable, la excelencia en el trabajo. Pues hoy estamos padeciendo, y se observa de manera palmaria, la falta de una adecuada formación. Y además, hay que señalar también que en estos momentos, no puede existir nunca una sana motivación del trabajador con los salarios de miseria, que se están estructurando e instaurando ya de una manera permanente. Ya que la motivación que puede llegar a tener por ello el trabajador, es la meramente de supervivencia. Y ello, sin lugar a ningún género de duda, se puede decir, categóricamente, que destruye precisamente el interés por alcanzar la excelencia en el trabajo.