El análisis no incluye la actividad generada por las Fundaciones Bancarias accionistas del Banco ni por su cartera de empresas participadas, entre otros.
Entre sus numerosas conclusiones, el estudio refleja la importante aportación positiva que Kutxabank realizó el pasado año a la economía vasca, en términos de generación de PIB; de empleo (la entidad se sitúa en el ‘top 5’ vasco en mantenimiento de puestos de trabajo) y de recaudación vía administraciones públicas. En este sentido, la contribución fiscal total de la institución financiera se encuentra entre las diez primeras empresas privadas de Euskadi.
Uno de los datos más esclarecedores del estudio cifra en 669 millones de euros la aportación que la actividad corporativa de Kutxabank realiza al Producto Interior Bruto, equivalente al 1% del total de la economía vasca. Además, las arcas públicas de la comunidad autónoma percibieron 267 millones de euros en forma de tasas e impuestos, y su actividad tuvo incidencia directa e indirecta sobre un total de 7.392 puesto de trabajo.
Una parte de estos empleos correspondieron a las empresas y a los sectores que se vieron beneficiados por las inversiones realizadas por Kutxabank en la Comunidad Autónoma de Euskadi.
En 2016, Kutxabank canalizó en Euskadi más de 700 millones de euros al pago de proveedores, trabajadores, fundaciones bancarias y administraciones públicas. Por áreas de actividad, 157 millones de euros fueron distribuidos entre los 1.461 proveedores vascos que trabajan con la entidad financiera, mientras que 255 millones correspondieron a los salarios que percibe la propia plantilla del banco. Cabe recordar, asimismo, que por segundo año consecutivo Kutxabank distribuyó entre las Fundaciones Bancarias accionistas un dividendo social del 50% de su beneficio neto, un total de 122 millones de euros.
Todas estas magnitudes valoran el impacto directo que la cadena de producción y la generación de rentas propias de la actividad de Kutxabank produjo sobre el sistema económico de la CAE.
A partir de este análisis, se determinaron adicionalmente una serie de efectos indirectos e inducidos, derivados de su labor de intermediación financiera, y, más concretamente, vinculadas a su actividad crediticia.
En este caso, y según las estimaciones derivadas del estudio, la contribución a la generación del PIB se situaría en torno a los 9.200 millones de euros, el 13,6% de la renta vasca. Su incidencia en el mercado laboral ascendió a 145.000 puestos de trabajo –el 16% de la población ocupada–, y la aportación a los ingresos fiscales de las haciendas vascas, en impuestos y en tasas abonadas, alcanzó los 3.668 millones de euros.
Representa el 0,10% del PIB español
El estudio sobre el impacto económico de Kutxabank en 2016 concluye que el Banco genera en el conjunto de España unos recursos totales de 1.126 millones de euros, lo que equivale al 0,10% del PIB del Estado. Además, el Grupo financiero contribuyó al mantenimiento de 13.801 puestos de trabajo y a la recaudación fiscal agregada por 513 millones en forma de contribuciones, impuestos y tasas.
Un total de 4.290 empresas prestan servicio en España a la entidad financiera, que realizó un gasto de 235 millones de euros en pagos a proveedores. El Grupo Kutxabank mantiene una plantilla de más de 6.100 trabajadoras y trabajadores.
En conjunto, el Grupo destinó más de 1.100 millones de euros a proveedores, trabajadores y administraciones públicas del Estado.
Agregados los datos correspondientes a su actividad crediticia, el análisis cifra en 21.330 millones de euros –equivalente al 2% del PIB español– y en más de 368.000 puestos de trabajo el alcance del impacto de la actividad de Kutxabank en la economía nacional.
El conjunto de actividades del Grupo Kutxabank con incidencia económica pone de relieve el elevado compromiso de la entidad con el desarrollo de la economía real, a través de las compras e inversiones llevadas a cabo con numerosos proveedores e instituciones, así como con el sostenimiento de la actividad y del empleo, mediante la financiación al sector empresarial y las contribuciones fiscales. Todo ello, sin perjuicio del conjunto de actividades sociales desplegadas por las fundaciones bancarias accionistas, que se nutren, principalmente, de los dividendos del Grupo financiero.