Sociedad

España, mejor país del mundo para nacer por su alto nivel de bienestar y salud

CALIDAD MEDIOAMBIENTAL

España en primer lugar en la categoría de “salud y bienestar” por su alta esperanza de vida y la baja tasa de suicidios

Redacción | Jueves 22 de junio de 2017
¿Tiene tu país la capacidad de satisfacer las necesidades básicas de los ciudadanos que habitan en él? ¿Ofrece oportunidades de crecimiento personal? Estas son algunas de las preguntas que resuelve el Índice de Progreso Social, un proyecto desarrollado por la firma de servicios profesionales Deloitte y la organización Social Progress Imperative (SPI) que clasifica en un ranking a 128 países según su nivel de progreso social, yendo más allá del PIB.

En la cuarta edición de este informe, España ocupa el decimosexto lugar delranking mundial, escalando un puesto con respecto al año anterior y situándose justo debajo de Bélgica y por delante de Japón. Esta posición se debe a las altas puntuaciones obtenidas en tres categorías en particular: la salud y el bienestar, siendo España el primer país del mundo en esta categoría, la calidad medioambiental, situándose como el tercer país del mundo, solo por detrás de Suiza y Suecia; y el acceso a los conocimientos básicos, ocupando la cuarta posición mundial.

Para elaborar el Índice, se tienen en cuenta cincuenta indicadores, agrupados en tres grandes pilares: las necesidades humanas básicas, los fundamentos del bienestar y las oportunidades que cada país ofrece a sus ciudadanos. “El Índice mide aspectos que necesita la sociedad para avanzar y prosperar, ayudando a los líderes públicos, junto con los que están en las empresas y organizaciones, a identificar sistemáticamente una estrategia para lograr un crecimiento inclusivo y responsable, priorizando aquellas necesidades más urgentes para cada comunidad” afirma Ana Andueza, socia de Deloitte.

Nuestro país ha escalado progresivamente puestos en los últimos tres años. De hecho, España es, junto con Japón y Noruega, el país que más ha aumentado su puntuación total y, por tanto, que más ha mejorado en los últimos años. El Índice señala a los tres países como “buenos ejemplos de cómo alcanzar progreso social a pesar de los retos económicos y políticos”. Esto es consecuencia de la mejora en métricas críticas donde había insuficiencias como son, en el caso de España, la libertad personal (que engloba libertades como poder elegir religión, tomar anticonceptivos o elegir la edad a la que casarse); la tolerancia y la inclusión (hacia la religión y hacia los inmigrantes, el colectivo homosexual y otras minorías); o la calidad medioambiental (englobando la polución del aire, la depuración de aguas o la emisión de gases de efecto invernadero, entre otros).

Además del ranking, Deloitte y la institución Social Progress Imperative establecen los doce “mejores sitios para nacer” atendiendo a las categorías que conforman los 3 pilares en los que se sustenta el ranking. España es, según el SPI, el mejor país para nacer en materia de salud y bienestar, un área en el que computan factores como la esperanza de vida a los 60 años, muerte prematura por enfermedades no trasmisibles o la tasa de suicidio.

Ranking global

Las puntuaciones más elevadas en la clasificación global las ocupan los países nórdicos –salvo Suecia, que cae a la octava posición- con Dinamarca a la cabeza liderando la clasificación este año, arrebatándole el primer puesto a Finlandia, que queda en segundo lugar. Islandia, Noruega, Suiza y Canadá ocupan los siguientes puestos. España es el décimo país de la Unión Europea en entrar en el ranking, superado por Bélgica, Alemania, Reino Unido e Irlanda entre otros, pero por delante de sus vecinos Francia, Portugal e Italia.

El objetivo de este proyecto es medir los factores que realmente importan a los ciudadanos y hacen que una sociedad sea mejor –el medio ambiente, la libertad personal, la calidad del agua, el acceso a un servicio sanitario eficaz, la seguridad, etc.- con la intención de reabrir el debate sobre el desarrollo, proponiendo que la capacidad de progreso de los países sea medida no sólo por su crecimiento económico. Como explica Andueza, “ayudar a afrontar los retos tan complejos por los que atraviesa la sociedad, tanto a nivel global como local, es un papel esencial de las empresas. Su papel en la solución a problemas sociales es un reto que también desde Deloitte nos hemos planteado. Por esta razón la firma ha estado trabajando mano a mano con la organización SPI buscando nuevas maneras de pensar y medir cómo progresan las sociedades”.