Pensemos que por ejemplo el Hombre de la Edad Media vivía en una geometría de una mentalidad feudad, muy pocos, en su tiempo podría hablar de visión de revolución tecnológica. ¿El hombre o mujer de esa época no imaginaba, o no tenía capacidad para adelantar metas más justas? ¿O la realidad no es real, es una construcción subjetiva de algo que se nos escapa? Posiblemente con una matización clara, las partículas existen, están en muchos espacios a la vez, si no fuera por esto la vida del ser humano no sería posible.
No quiero dejar de lado el Papel de Dios, no me considero ateo o agnóstico, creo que llegar a su mente, es una necesidad del saber. La Revista El Mundo Financiero, en la que escribo, no es simplemente un lugar Empresas y Oportunidades del Mercado si no una profunda identidad, de que podemos mejorar la globalización económica, donde muchas empresas de hoy, sus trabajadores participan, en proyectos basados en las Ciencias Sociales y bienestar de sus empleados.
Posiblemente, vivamos en dimensiones extras, que fluyen, en momentos de graves conflictos, o adelantarnos a un mundo donde la naturaleza y el progreso estén unidos. El elegir a nuestros representantes, tener una constitución que nos una en conjunto de valores, como la necesidad de trabajo y desarrollo de las empresas, seria la buena teoría social.
Nadie en este mundo puede quedar aislado, se debe ofrecer oportunidades, se necesita savia nueva, de muchos seres plurales y contingentes. El nuevo mundo que llega, para crecer social y económicamente, necesita más personal, un planeta avanzado es cuando todos participamos en su riqueza exponencial.