Pues bien, dentro de la sarta de disparates de establecer esto de las Autonomías, que no son nuestras sino de ellos, estaba la generalizada idea, de que, al estar más cercana la administración al administrado, seria más justa y más decente. Error tremendo. Asimismo se tenía por cierto, que los gobernantes, paisanos, serian mejores que los centralistas, ya que nos conocían, les conocíamos, y era más fácil el intercambio de ideas y de beneficios sociales y económicos. Craso error. Por otra parte, se aseguraba, que la corrupción tendría que ser menor y se frenaría mas, ya que robar a sus conciudadanos no sería fácil ya que compartían con ellos muchas actividades y la vida común. Descerebrado argumento.
Hete aquí que ya hemos llegado, derribada la pantalla y vemos que lo que hay detrás es todo lo contrario de lo que los insignes Padres de la Patria presumieron. Y por tanto, hay que cambiar esto de una manera no solo radical, sino urgente. Relevante y oportunamente, como la información. Esto es, total e inmediato.
Pero ¿Como deshacemos esta madeja Penelopita, tan enmarañada y cohesionada en esto del latrocinio y cohecho? Pues fácil. En la historia están todas las respuestas, no lo duden. Y así como Penélope escapo de sus pretendientes hasta que Ulises volvió a Ítaca, Alexander (Iskander), dio al nudo Gordiano un tajo que lo deshizo en segundos. Bueno, no hablo de dar mandobles con Tizonas a nadie, pero si cercenar desde la base toda posibilidad de asalto a nuestras vidas y haciendas, empeoradas enormemente por la proximidad cautiva. Retírenseles de inmediato bajo real Decreto, la capacidad de recaudación a las autonomías, Consistorios, Diputaciones y organismos anexos. Suspendase asimismo transferencia alguna directa que los gobernantes puedan administrar.
El Jefe de Estado servirá para alguna cosa que nos ayude, y la redacción y obligado cumplimiento hará que nos alegremos todos. La Recaudación cercana es más odiosa que la lejana, más difícil de ser sesgada y por lo tanto más objetiva y desapasionada. Luego vendrá la hora de eliminar decenas de impuestos impagables, al florecer los ingresos y sus destinos. Es urgente y definitivo. A reflexionar.