El empresario cineasta ha sido un contribuyente a las campañas electorales de Barack Hussein, según reporta la prensa de 600,000, y de Hilary Clinton de l.4 millones, además de la contribución de 300,000 al Comité Nacional Demócrata.
Dicen los que llevan las cuentas que el cineasta visitó la Casa Blanca 13 veces durante la presidencia de Obama y su hija mayor trabajó como becaria en la Weinstein Company.
Los Obama exigen la rendición de cuentas para “un hombre que degrada y desprecia a las mujeres” y la ex candidata a la presidencia dice sentirse “conmocionada y horrorizada”. Lo califica como un comportamiento “intolerable”. Parecería que las “voces” no llegaron a sus oídos. Eran “secretas”.
Y el escándalo crece como verdolaga.
La Unión de Actores del cine español denuncia que muchas actrices han sufrido esos episodios y el silencio ha sido la norma. La Asociación de Mujeres Cineastas y Audiovisuales (CIMA) ha convocado una reunión para analizar la denuncia y para prevenir nuevos casos.
Y por supuesto, también a las instituciones políticas.
El acoso sexual llega al Parlamento Europeo. La denuncia realizada en una página web dedicada a la política europea ha sido expuesta sin nombre. The Sunday Times ha revelado más de una docena de casos de mujeres que han acusado a eurodiputados de acoso y tocamiento.
Diferentes grupos políticos han reclamado actuar para atajar el acoso a las mujeres en la institución europea y mejorar los procedimientos internos para la denuncia, investigar esos casos y sancionar al acosador.
Dice el presidente de la Eurocámara, Antonio Tajani; que será “muy estricto a la hora de sancionar a eurodiputados cuya implicación en casos de abusos sexuales a asistentes quede probada y que el Comité consultivo realizará todas las investigaciones necesarias”.
Al parecer también en el Parlamento Europeo el acoso es asunto de un “secreto a voces”.