No solo la política, el fútbol y la religión conllevan acaloradas discusiones en las comidas y cenas navideñas. En las familias empresarias, hablar sobre el negocio familiar también puede generar conflictos. Las discusiones navideñas sobre la empresa familiar, aunque sean con cuñados y suegros que no trabajan en el negocio de la familia, pueden hacer que tanto la empresa familiar como el ambiente de trabajo se resientan tras las fiestas.
El detonante de las discusiones suele girar entorno al compromiso, la dedicación, la falta de información a los familiares accionistas que no trabajan en el negocio familiar, a los coches de empresa o al reparto de dividendos, entre otros temas. “Hablar de estos asuntos siempre resulta complicado, pero hacerlo delante o con las parejas, cuñados, suegros y otra familia extensa, que en la mayoría de los casos tiene un conocimiento relativo del negocio, suele ser ‘un polvorín’ que hace aflorar las emociones que, ‘mojadas en alcohol’, suelen ser malas compañeras de celebraciones familiares”, explica Ricard Agustín, director de Family Business Solutions.