Debe recordarse que la guerra civil en Afganistán ha durado casi 40 años. Durante todo este tiempo, ha crecido toda una generación, que no ha conocido otra vida que la de portar armas en sus manos. Para ellos, esto es trabajo. Por lo tanto, para detener la guerra en Afganistán y establecer una vida normal, primero se necesita crear una nueva generación que pueda vivir en paz sin guerra. Con este fin, Kazajstán lanzó un programa de capacitación gratuita de estudiantes afganos hace 7 años en sus universidades. Algunos de ellos ya han cambiado su mentalidad y forma de vida y han regresado a su patria, donde ahora trabajan como ingenieros, diplomáticos y médicos. Esta experiencia positiva merece ser tenida en cuenta por parte de la comunidad internacional. Y desde la posición de ser un miembro del Consejo de Seguridad, Kazajstán tiene la oportunidad de llamar la atención de otros miembros de la ONU sobre el aspecto humanitario del arreglo de la crisis afgana.
Por supuesto, la lista de cuestiones urgentes de la Gran Asia Central no se limita solo a Afganistán. Aquí hay una maraña de viejos problemas: aspectos de seguridad alimentaria y energética, problemas de uso del agua y fronteras no correctamente definidas ni delimitadas. Y para cada uno de estos puntos, Kazajstán tiene su propia solución. Por lo tanto, el intento de desarrollar y adoptar un documento separado sobre los asuntos de Asia Central, iniciado por nuestro país a nivel del Consejo de Seguridad de la ONU, es un evento importante para la región.
En cuanto a las iniciativas globales de Kazajstán, ahora parecen más relevantes que nunca. En condiciones en que el terrorismo internacional ha encontrado proporciones catastróficas y borrado todas las fronteras cuando un ataque terrorista puede ocurrir en cualquier parte del mundo, es necesario responder a este desafío con un frente unido, o más bien una coalición antiterrorista global bajo los auspicios de las Naciones Unidas. Esta iniciativa de creación fue ya presentada en 2015 por el Presidente de Kazajstán Nursultan Nazarbayev. El objetivo no es desarrollar un potencial militar de un país contra otro, sino unirse contra la amenaza común. Y el potencial militar para enfocarse en objetivos creativos. Kazajstán invita a los países miembros de la ONU a transferir el 1% del presupuesto de defensa a un Fondo especial para financiar la lucha contra la pobreza, el hambre y el cambio climático.
Por cierto, sobre el cambio climático: existen enormes islas de escombros en el océano, ciudades que se ahogan en humos venenosos, tsunamis y terremotos que suceden con más frecuencia que nunca - hoy ya no es una filmación de películas fantásticas con un guión apocalíptico, sino nuestra realidad. Para detener la degradación ecológica del planeta, es necesario introducir "tecnologías verdes" masivas. Entendiendo esto, Kazajstán eligió el tema "Energía del futuro" para la Exposición Internacional de la EXPO 2017 en Astaná. Y después de su celebración, inició la creación del Centro de las Naciones Unidas para el Desarrollo de Tecnologías Verdes y Proyectos de Inversión, para que los países puedan compartir su experiencia, conocimiento y apoyo financiero.
En resumen, Kazajstán tiene algo que ofrecer a la comunidad internacional como miembro no permanente del Consejo de Seguridad de la ONU para resolver problemas verdaderamente urgentes y mejorar la situación no solo en la región de Asia Central en particular, sino en todo el mundo. Iniciativas así merecen la pena ser escuchadas.