No son creíbles las manifestaciones presididas por banderas de la II republica en defensa de las pensiones. No son creíbles los sujetos que portan las pancartas, y no son creíbles que la izquierda abandere una cuestión por la que nunca se ha interesado, que monopolice una cuestión tan sensible, cuando todos ellos son culpables del saqueo institucional, que de una u otra forma se ha realizado con la caja de las pensiones.
Me produce asco y repulsión, ver el trapo tricolor en todas estas movilizaciones. Puesto a sacar a pasear simbología histórica, mejor seria que sacaran retratos de Franco, o de su ministro Girón de Velasco, autentico artífice de que hoy tengamos pensiones en España, el culpable de la protección social de la que hoy disfrutamos. Para la izquierda, todo proviene de la época de Felipe González. La incultura, el engaño y la mentira lo cubren todo, y si no fue Felipe, la legitimidad es de la época republicana, pero no de todo el periodo republicano, solo de la era después de la fraudulenta victoria del Frente Popular en febrero del 36. No existió vida en España del 39 hasta al 82.
El auténtico debate de fondo, debate que además se nos hurta, es el de la incompatibilidad del sostenimiento de las pensiones, con el modelo autonómico. Un modelo insostenible e inmoral. Un modelo que genera diferencias. Un modelo que crea españoles de primera, segunda o tercera, dependiendo de la región de España donde uno resida. No es compatible defender las pensiones con el modelo territorial actual, con las autonomías. Focos de corrupción y despilfarro.
Tampoco resulta compatible defender las pensiones, por parte de aquellos que hacen llamamientos de puertas abiertas a una inmigración desbocada y desordenada. Es demagógico sostener que nuestras pensiones nos la pagaran los inmigrantes. Es mentira. Es falso. La mayoría de esta inmigración, no genera, no trabaja, no aporta. Nos cuesta dinero y lo que si genera son pensiones no contributivas que se comen el resto.
La izquierda manipula el debate de nuestras pensiones porque no tiene a nadie que le clarifique, no tiene a nadie enfrente que le diga la realidad de la situación. Todos son culpables de haber quebrado el sistema. No se trata de la insultante subida del 0,25 %, se trata de la sostenibilidad, se trata del futuro de las mismas.
La izquierda acude a las movilizaciones, para horas después, apedrear a familias de españoles necesitados que esperaban para recibir alimentos. La izquierda cosifica al diferente, al disidente, al pensionista, al joven, a la mujer, a todo aquel que no piense como ellos.
No es posible seguir sosteniendo el engaño, la mentira permanente. El actual sistema de pensiones, se ha convertido en una estafa piramidal por el consentimiento y dejadez de funciones de todos los actores. Son cortoplacistas, nadie desea buscar una solución de continuidad, por miedo a perder unas elecciones. Seguimos anclados en un debate demagógico que nos conduce de forma irremisible a la quiebra.